Tras la decisión de Agüero de irse, Florentino Pérez se echó atrás para evitar una guerra con el Atlético
El colombiano reconoció en el 2008, cuando aún jugaba en River Plate, que su club preferido es el Real Madrid, tal y cómo ha afirmado su padre hace unos días, desatando una tormenta en los alrededores del estadio Vicente Calderón.
Sacaron su palabras anoche en ‘Punto Pelota’.
El padre del ariete colombiano confesó en una entrevista con ‘El gran debate de Todelar’, una radio de Medellín (Colombia), que el jugador rojiblando tiene el «sueño«:
«Su sueño es jugar en el Real Madrid. Siempre de chiquito ha querido jugar en el Real Madrid. Tenía entendido que se interesaron el Manchester City y el Chelsea, pero su gran objetivo es jugar en el Real Madrid. Su objetivo es el Real Madrid; si no se da, sería el fútbol inglés».
Y a partir de ahí, han empezado los reproches y las preguntas.El propio jugador desmintió después en Twitter a su padre diciendo que su sueño es «seguir ganando títulos con el Atlético de Madrid», pero las alarmas ya están activadas.
Y no es la primera vez que los colchoneros tienen que hacerlo. De hecho, ya están acostumbrados porque con el Kun Agüero ya vivieron episodios y sensaciones similares.
Cuando Agüero también era muy feliz en el club del Manzanares, su entorno, su padre y hasta Maradona -su suegro- se dedicaban a enturbiar todo con los supuestos deseos del argentino de abandonar el club.
El jugador desmentía después al entorno hasta que llegó el día en que su padre tenía razón.
Su padre, en realidad, no hacía otra cosa que preparar el terreno para su salida del Atlético de Madrid. Algo que acordaron con el club en enero de 2011 y que se certificó seis meses más tarde.
El Kun rubricaba su renovación con los rojiblancos a cambio de una rebaja en la cláusula de rescisión para facilitar su salida en junio.
El acuerdo con Florentino Pérez era total, pero el presidente del Real Madrid se negó a una guerra abierta con Gil Marín y Enrique Cerezo, y el órdago del argentino le metió en un lío que acabó con él en el Manchester City. Bastante más lejos de donde él quería jugar: el Real Madrid.
Ahora, cuando los aficionados rojiblancos ya se han olvidado de Agüero -muchos le desprecian, con el eterno rival no se coquetea-, y tienen con ellos al delantero de moda en Europa, tienen que volver a temer quedarse sin su estrella.