El equipo blanco no consigue dar buena imagen en las primeras partes de los últimos encuentros. Al Real Madrid le cuesta arrancar en la primera parte de juego. Más bien, es el equipo al que más le cuesta de toda la Liga. Con tan solo cuatro goles a favor y diez en contra en los primeros cuarenta y cinco minutos de los encuentros, el conjunto blanco suma el peor balance de toda la competición doméstica, junto con el Huesca y el Éibar, que han marcado y recibido exactamente los mismos tantos, según defensacentral.
En seis de los once encuentros ligueros hasta ahora disputados, el Real Madrid ha encajado al menos un gol en la primera parte. En el Sánchez-Pizjuán fueron tres, ante Levante y Barcelona dos, mientras que Athletic Club, Girona y Leganés consiguieron marcar un tanto al conjunto merengue antes de ir al descanso.
Sin embargo, más preocupante parece la situación en ataque. El equipo de Solari no ha marcado dos goles en ninguna primera mitad en lo que va de Liga. Además, delanteros del calibre de Isco o Benzema no han visto portería ante de la vuelta de los vestuarios. Los únicos anotadores han sido Bale, Asensio, Ramos y Carvajal.
Eso sí, a pesar de todo, los blancos suman un balance positivo en los 90 minutos: 16 goles a favor y 14 en contra. Por lo tanto, en las segundas mitades, el conjunto de Chamartín ha marcado doce tantos y tan solo ha encajado cuatro.
Analizando los números, la diferencia entre este año y el pasado es abismal. A esta altura de la temporada, es decir en la jornada 11, los de Zidane habían marcado 14 tantos antes del descanso y tan solo habían sufrido 4. Es decir, marcaron diez más y encajaron seis menos. A final del curso, el cómputo global fue asombroso: 51 a favor y tan solo 16 en contra.
Lo cierto es que Solari tendrá que resolver un gran problema: hacer que el equipo salga al terreno de juego con la gana de competir. El Real Madrid no podrá seguir reaccionando solo tras haber recibido uno o más goles. Urge un cambio de mentalidad…