Desde el Exilio

Miguel Font Rosell

¿Falló el fútbol o la política?

 

Llegan los rojos, y la roja (denominación acuñada por la izquierda) se va a tomar por … ahí.

El fútbol es un estado de ánimo, pero también algo más.

En un mundial, no siempre gana el mejor, pero si el que mejor se adapta a las condiciones que le toca vivir, como en la vida, el que se adapta mejor a las circunstancias y aquel al que la suerte elige.

Se dice que el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses pero que siempre ganan los alemanes, pero este mundial es otra cosa, un mundial en el que los “coreanos” enviaron a los alemanes a casa, en el que ha caído Portugal la campeona de Europa, la campeonísima y siempre presente Argentina, también España, que a punto ha estado Bélgica a manos de Japón e Inglaterra a manos de Colombia y que nada me extrañaría que lo hiciese Brasil, sin haberse clasificado ni Holanda, ni Italia. El mundo al revés.

Un mundial en el que la mejor selección es Francia, un equipo en el que hace pocos años había un negro y el resto franceses de cuna, mientras hoy se han invertido los términos, tratándose de un equipo de origen africano en casi su totalidad, con sorpresas en el juego de equipos asiáticos y africanos en los que la forma física juega un papel primordial, incluso con selecciones como Islandia, de la que nada se esperaba pero que trabajando en equipo, y desde una fortaleza envidiable, casi consiguen pasar la fase previa.

Las grandes selecciones, repletas de fenómenos con sueldos y yoismos estratosféricos, con visiones de juego muy distintas según sus equipos donde son protagonistas, con poco tiempo dedicado a sus selecciones y sin clara tendencia a jugar para el equipo, en una competición del KO acaban sucumbiendo al menor de sus errores, generalmente propiciado por seleccionadores muy presionados, mientras aquellas selecciones más modestas, más disciplinadas, con jugadores de mayor presencia física que técnica y buenos seleccionadores, con una acusada posición de sacrificio y una conciencia de equipo distinta, militando en ligas más modestas, acaban dándolo todo y evidenciando los defectos de los favoritos.

Quiero dar mi versión sobre lo ocurrido con España, pero antes no me resisto a decir cuatro cosas sobre Argentina.

Hoy, para admitir ser el seleccionador nacional argentino, en un país donde el fútbol se vive como algo a vida o muerte, en casi toda sudamérica, hay que estar loco o valientemente cuerdo, lo que no es el caso, para admitir el cargo. En este mundial, al menos tres de sus mejores jugadores se pasaron los partidos en el banquillo, de forma que si prescindimos del mejor jugador del mundo, y a mi juicio de todos los tiempos, como es Messi, el resto no pasaban de una panda de amigos con una calidad discutible para jugar un mundial. Si a ello unimos el que ese equipo prescindió e ignoró a Messi, con el que no contaron para nada, en lugar de jugar casi exclusivamente para él, el destino estaba escrito.

El Barça es muchísimo más equipo que la selección argentina. Messi, desde muy pequeñito, se formó en las escuelas del Barça y lo hizo con los jugadores que hoy juegan para él, que lo conocen a la perfección, que lo tienen como un líder indiscutible, un líder que conoce y practica el esquema de juego del equipo desde siempre. Messi en la selección argentina es un extraño, porque no tiene a nadie a su alrededor que juegue para él, ni de la calidad de quienes le acompañan en su equipo, porque para que le llegue un balón en condiciones ha de trabajárselos todos, pues ahí cada uno va a su aire, y así, con un equipito detrás que no hace otra cosa que ignorarle, el mejor jugador del mundo, no puede hacer mucho más y menos ante una selección como Francia.

En cuanto a España, mejor equipo que Argentina, creo que se ha desaprovechado miserablemente. Jugamos con un portero muy bueno, que hoy es el mejor pagado del mundo, y que aunque tuvo actuaciones bastante lamentables en la fase previa, al menos conseguimos pasar. En el partido contra Rusia, los 5 goles encajados fueron todos de penalti, y dos de ellos no los paró por los pelos. Para mi no es el culpable, aunque pudo jugar mucho mejor. En cuanto a los dos jugadores que fallaron los penaltis (Koke y Aspas), ninguna culpa tienen en nuestra derrota, ya que un penalti no deja de ser una lotería. Perdimos porque el equipo no jugó como ha de hacerlo un aspirante a ganar un mundial, y ahí tampoco considero culpable a los jugadores, que pusieron todo de su parte. Se ha perdido por tirar solo 2 veces a gol, y eso gracias a contar ya con Aspas y Rodrigo en el campo, en lugar de 15 veces en todo el partido, la estadística normal de Lopetegui, con tiqui-taca incluido. 

Para mi, gran parte de la culpa la tiene un seleccionador inadecuado, que fue un gran central, tanto para su equipo como para la selección, pero que le viene muy grande el cargo de seleccionador nacional, sin experiencia de éxitos, sin saber plantear un partido, sin saber alinear a los adecuados en cada momento y sin saber reaccionar según discurre el partido. No es un problema tampoco del “tiqui-taca”, pues es el esquema del Barça y acaba la liga con una ventaja escandalosa sobre el segundo, y no digamos sobre el tercero, el todopoderoso Real Madrid. Es un problema de ausencia absoluta de delantera, de no haber contado ahí con los jugadores adecuados para rentabilizar ese “tiqui-taca” que tantos se olvidan que fue con lo que ganamos en Europa y un mundial. Hemos jugado siempre con un solo referente en el área contraria, un jugador torpón, estático, que juega en un equipo donde se practica todo lo contrario, en un equipo de trabajo, tosco, de fuerza, cuando en el banquillo teníamos un genio como Yago Aspas o un gran delantero como Rodrigo. Si a ello añadimos el dejar en el banquillo al jugador más creativo, a un Iniesta que podía abrir esa defensa a ultranza del mediocre equipo ruso y nutrir a Aspas y a Rodrigo, habrá que concluir que se lo pusimos muy fácil a los locales, quienes solo debían aguantar, cerrase y echar mano de su condición física para impedir que España disparase prácticamente solo un par de veces a puerta.

Fallamos por el seleccionador, pero sobre todo por no contar con el primer seleccionador, quien si que tenía experiencia de éxitos, había sabido reaccionar en otras ocasiones y plantear los partidos en función de sus circunstancias y necesidades.

Pero, ¿donde estuvo el problema entonces?. A mi entender claramente en el nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol, quien por su propia vanidad tomó una decisión fatal para los intereses de España.

Poniendo por delante que soy barcelonista por encima de todo, he de decir que Julen Lopetegui, como profesional, tiene todo el derecho del mundo en querer fichar como próximo entrenador del Real Madrid. No lo tendría en abandonar a la selección al inicio del torneo, pero si en hacerlo una vez terminado este. En nada influye tal decisión para el buen funcionamiento de la selección, pues Lopetegui estaba dispuesto a dedicarse plenamente a la selección hasta el final del mundial y así lo querían, lo consideraban y lo entienden sus jugadores y la inmensa mayor parte de los aficionados. Mal hizo el presidente del Real Madrid en anunciar su fichaje en esos momentos, debiendo callar, al igual que Lopetegui, hasta el final, pero eso no es motivo alguno para la destitución de un seleccionador experimentado que lo dió y lo hubiera dado todo por el equipo nacional.

A mi entender esa destitución ha sido el fracaso de la selección española, cuyo único responsable es el presidente de la Federación, su vanidad y el anteponer su orgullo a los intereses de nuestro fútbol, algo que a mi entender requiere su reconocimiento y consecuente dimisión, en lugar de encastillarse en tener razón y repetir que volvería a hacerlo alegando unos “valores” que no acabo de entender a que se refieren, pues la “traición” nada tiene que ver con quien es fiel hasta el final y anuncia incluso, con anterioridad, su marcha para cuando todo termine.

Si Lopetegui hubiese seguido, hubiese leído el partido como debiera, con Iniesta, Aspas e incluso Rodrigo desde el principio, para que encontrasen en el área aquellos balones que el tiqui-taca de los Iniesta, Isco y Silva les hiciesen llegar y  hubiésemos eliminado a los petardos rusos y tras cargarnos a los croatas nos plantásemos en las semifinales ante Inglaterra, en un cuadro enormemente beneficiado, con una hipotética final contra Francia, y pasase lo que pasase, tras haberlo dado todo, ¿que valores hubiésemos sacrificado por ello, marchándose posteriormente Lopetegui a entrenar al Real Madrid? ¿Acaso los jugadores del Barça, que lo dieron todo, se hubiesen ido de la selección?, ¿Pero que tontería es esa?.

Como barcelonista me duele que quien fue portero del Barça, aunque también lo fue del Madrid, se marche a entrenar a mi rival, pero no veo en ello, ni en la oportunidad de anunciar su fichaje, atentado alguno a la vulneración de supuestos valores que, al parecer, solo perjudican al amor propio, la vanidad y el orgullo del presidente de la Federación. 

Seguimos teniendo equipo, seguimos teniendo sistema y seguramente seguiremos teniendo buenos seleccionares, pero aquí fallan los de siempre, los que viven de sus puestos político-deportivos, de la mamandurria, de su corte de enchufados y, al igual que con el nuevo gobierno, de la necesidad de tener que pagar favores, de hacer política miserable a costa de todos, al precio que sea, y aunque sea para contentar a los más canallas, aunque se trate de mamones a sueldo de mi propio equipo, que hoy incluso son capaces de celebrarlo viendo a España en la calle, de manos de un madridista, y tras haberse cargado al futuro entrenador de los madridistas.

Ahora nos quedan los cuartos (6 europeos y dos sudamericanos), con una parte del cuadro con los mejores y en la otra los más flojos, donde lo hubiéramos tenido todo de cara, pues Inglaterra, en teoría la más fuerte de nuestro cuadro, tampoco ha demostrado nada del otro mundo.

Curiosamente, si finalmente el titulo se decide entre Francia e Inglaterra, asistiremos realmente a una final puramente africana en su mayor parte, una selección de grandes jugadores de la mayor parte de países colonizados por franceses e ingleses que hoy escapan de sus países, esparciendo cadáveres por el Mediterráneo, para acabar representando a quienes han propiciado en el fondo, un éxodo que no ha hecho más que empezar y que nadie sabe en que acabará. 

Pasará mucho tiempo en volver a tener España una oportunidad tan favorable, pero seguramente contaremos entonces con el mismo presidente de la federación, ya que estos llegan al cargo con lotite en el culo. Solo queda esperar entonces a que no se le ocurra otra jaimitada, para mayor gloria de su ego y alegando alguna que otra defensa de sus “virtudes”.   

 

      

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Miguel Font Rosell

Licenciado en derecho, arquitecto técnico, marino mercante, agente de la propiedad inmobiliaria.

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