La imagen de los agentes de la Guardia Civil patrullando a caballo entre las hileras de viñas en pleno corazón manchego ha generado revuelo tanto en el campo como en las redes sociales.
Lo que podría parecer una escena sacada de una novela tradicional, es en realidad el último episodio de una controversia que enfrenta a agricultores, trabajadores y autoridades.
Hoy, 21 de septiembre de 2025, se siente un descontento palpable en localidades como Villanueva de Alcardete y La Puebla de Almoradiel, donde los controles policiales se han incrementado justo durante la campaña de vendimia.
Cuando concluya esta vendimia manchega, seguramente quedará registrada como aquella donde caballos y agentes compartieron protagonismo junto a racimos y jornaleros… aunque no todos hayan celebrado esta situación.
Patrullas a caballo y documentos bajo el brazo
Las patrullas a caballo no solo han atraído la atención por su estética: los agentes recorren los viñedos pidiendo documentación a los trabajadores del campo, mostrando un especial interés por aquellos que puedan estar en situación irregular. Esta acción, según lo que expresan los agricultores, interrumpe gravemente las actividades productivas en un periodo crítico del año, cuando cada día cuenta para completar la cosecha. Los residentes observan con preocupación cómo la vendimia se convierte en un verdadero desfile policial, lo que provoca retrasos y un ambiente tenso.
- Interrupciones constantes: Los agricultores afirman que deben detener sus labores para atender a los agentes, lo cual genera pérdidas económicas y estrés entre el personal.
- Clima de sospecha: El miedo a sanciones o inspecciones administrativas ahuyenta a algunos jornaleros, complicando aún más la contratación y la recolección.
El debate sobre la legalidad laboral se traslada al campo
El trasfondo del conflicto es evidente: el control sobre la contratación irregular en el sector agrícola ha sido un tema recurrente en el debate político. En Castilla-La Mancha, donde miles de empleos temporales dependen cada año de la viticultura, la presión por cumplir con las normativas laborales se enfrenta a las dificultades para hallar mano de obra regularizada.
- Campaña agrícola bajo vigilancia: Las patrullas buscan asegurar que no haya trabajadores “sin papeles”, pero para muchos viticultores esto implica criminalizar una actividad agrícola ya golpeada por problemas como la despoblación y el envejecimiento rural.
- Visión desde el terreno: “No somos delincuentes”, protestan algunos productores, quienes sienten que están siendo señalados por una situación que consideran más bien un reflejo de un problema estructural del mercado laboral rural que una intención real de incumplir la ley.
Reacciones políticas y sociales: ¿solución o nuevo problema?
El revuelo ha llegado hasta las instituciones. Mientras desde Interior defienden la necesidad de “velar por la legalidad”, sindicatos agrarios y organizaciones locales critican lo que consideran un exceso de celo. La imagen viralizada de los caballos entre viñedos ha sido interpretada como símbolo del desencuentro entre el campo y la administración.
- “Es como volver al siglo XIX”, ironizan algunos vecinos, recordando que nunca antes habían visto semejante despliegue ecuestre fuera del ámbito ferial o durante romerías.
- Los alcaldes piden diálogo: reclaman alternativas para regularizar trabajadores sin interrumpir campañas cruciales para la economía local.
El pulso entre productividad y control: ¿quién pierde más?
Los agricultores sostienen que estas actuaciones llegan en el momento más inoportuno posible. La vendimia es una carrera contrarreloj donde cada retraso puede significar uvas perdidas o mosto dañado.
- Pérdida potencial: Se estima que cada día interrumpido puede costar miles de euros al sector local.
- Dificultades para contratar: La falta de mano de obra regularizada representa uno de los grandes problemas del sector vitivinícola español. Las campañas contra el empleo irregular chocan con una realidad donde muchos temporeros no logran cumplir con todos los requisitos burocráticos.
El humor entre las cepas: caballos sí, pero para galopar hacia soluciones
En medio del descontento generalizado, hay quienes recurren al humor manchego para mitigar tensiones: “Si siguen así, acabaremos recogiendo uva con caballos… ¡pero sin agentes encima!”, bromea un agricultor veterano mientras observa cómo los equinos se mueven con más soltura que algunos jornaleros novatos.
- Las patrullas ecuestres son comunes en ferias rurales pero rara vez se habían utilizado para controles laborales masivos.
- La campaña vitivinícola genera cerca de 30.000 empleos temporales anualmente solo en Castilla-La Mancha.
- En las últimas 48 horas, las imágenes han sido compartidas más de 10.000 veces en redes sociales locales.
- Algunas bodegas han decidido realizar parte del proceso nocturno para evitar interrupciones durante el día.
- El debate sobre la regularización laboral rural sigue abierto: ¿más controles o más incentivos para fomentar la contratación legal?
