Las necesidades de las empresas a la hora de contratar energía eléctrica son muy distintas a las de los particulares. Los precios son diferentes y lo mismo ocurre con las potencias, pueden necesitar cierta flexibilidad para poder hacer cambios, etc.
Por eso, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones antes de ver las distintas tarifas luz pymes, pues de este modo vamos a poder escoger la mejor.
Es muy importante dejarse asesorar
Siempre hay que dejarse asesorar antes de contratar una tarifa eléctrica. En las empresas de electricidad nos ofrecen este servicio de manera gratuita, aunque siempre podemos contratar un gestor externo. De hecho, hay compañías que no tienen relación con las eléctricas y que basan su negocio en aconsejar a las pymes, viendo así cuál es la mejor tarifa del mercado, analizando cómo consumen la energía.
Con este asesoramiento se puede ahorrar mucho dinero a final de año, por lo que es imprescindible pedirlo y dejarles nuestras facturas anteriores con el fin de que las estudien.
¿Precios fijos o indexados?
Debido a lo que varía el precio de la energía eléctrica, muchas compañías han comenzado a ofrecer tarifas fijas en las que siempre cobran lo mismo aunque el coste del kilovatio suba, comprometiéndose a aplicar las bajadas.
Esto es muy atractivo, pues no hay que estar fijándose en los precios de la electricidad, pero no siempre es lo más ventajoso. Así, aquellas empresas que son grandes consumidoras de luz se suelen beneficiar más de los precios indexados.
De ahí la importancia del asesoramiento, pues con un estudio de nuestros hábitos de consumo vamos a poder saber a qué tipo de tarifa acogernos.
La flexibilidad es importante
El mercado cambia de manera muy rápida, por lo que una empresa no sabe cuáles serán sus necesidades dentro de unos meses.
Puede planificar, y de hecho es una parte fundamental de la gestión empresarial, pero al final son los movimientos del mercado los que se imponen a los planes. Por eso, una buena tarifa eléctrica debe ser flexible, lo que implica que se pueda modificar la potencia o la modalidad sin coste, tanto al alza como a la baja.
¿Ponemos ICP o maxímetro?
Cuando en un negocio se contratan más de 15 kW, el ICP (que corta el suministro si se excede la potencia) se cambia por un maxímetro, el cual mide el exceso de consumo y nos penalizará en la factura.
No se puede escoger, pero si la potencia que necesitamos ronda los 15 kW, debemos decidir si contratar un poco menos u optar por superarla y poner un maxímetro, con el cual nunca nos quedaremos sin suministro aunque excedamos la potencia contratada.
Aquí hay que pensarlo bien, puesto que el maxímetro supone más potencia y pagar algo más por la electricidad, pero a cambio de la seguridad de que siempre vamos a tener energía, lo que es imprescindible en empresas en las que hay plantas de producción o máquinas que no pueden parar ni un segundo.
