Albert Rivera ha anunciado su dimisión a la Comisión Ejecutiva Nacional de Ciudadanos tras el desastre electoral del pasado domingo 10 de noviembre de 2019:
«La primera decisión que he tomado es que dimito como presidente de Ciudadanos para que este partido elija en un congreso extraordinario el futuro y el rumbo de este proyecto».
El presidente de la formación naranja ha comunicado, ante los medios de la prensa nacional, que se retira de la política y de la vida pública, y que el partido naranja elegirá a un nuevo líder en un congreso extraordinario:
«Es el momento de ceder el testigo y dejar paso a otro diputado que esté al 120% como yo lo he estado», ha declarado.
Tal y como él mismo ha declarado, «siempre he intentado ser coherente», y, desde el inicio de la conferencia, ha manifestado que desvelaría tres decisiones: dos profesionales y una personal, que ha dejado para el final. Y qué mejor manera de terminar, que hacerlo con buen sabor de boca.
El catalán se ha abierto en canal y se ha acordado de su familia, de su hija… ¡y de Malú!:
«La vida es mucho más que la política (…) Ha llegado el momento de servir a otra gente; de servir a mis padres, que dejen de sufrir lo que han sufrido y que me acompañen; de servir a mi hija, a la que he dedicado menos horas de las que debería y menos fines de semana de los que me tocaban; de servir a mi pareja, que ha estado a mi lado, aguantándolo todo contra viento y marea en todo momento; a mis amigos y a todos vosotros, compañeros».
De este modo, el exlíder de Ciudadanos, ha rendido homenaje a la entereza y al silencio que ha caracterizado a Malú a lo largo de los últimos meses. ¡Viva el amor!