Después de días de intensos rumores, la revista ¡Hola! confirmaba este martes por la tarde la reconciliación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva tres meses después de su ruptura.
Horas antes, veíamos al empresario por última vez.
Acompañado por su madre, Carolina Molas, y sus hermanos Alejandra y Jaime, acudía a una exclusiva joyería de la capital y, con una sonrisa, dejaba en el aire las informaciones que manejaban diferentes periodistas sobre su segunda oportunidad con la marquesa de Griñón.
Sin embargo, una vez publicadas sus imágenes llegando a la casa de Isabel Preysler en Nochevieja y revelados los detalles de su reconciliación – un momento muy emotivo, ya que ambos, muy enamorados, han tomado la determinación de apostar por su amor – Íñigo ha reaparecido, ha roto su silencio y, sin ocultar su felicidad, ha confirmado el perdón sin reservas de Tamara y esta nueva oportunidad para demostrar a la marquesa que es el hombre de su vida.
«Nada más que decir salvo que estamos muy contentos. Gracias a todos» ha afirmado el empresario con una gran sonrisa – una actitud muy diferente a la que le hemos visto en los últimos tres meses -, confirmando con un escueto «estoy muy feliz y ella también» lo contentos que están tras su reconciliación.
Discreto, sin embargo, y repitiendo en varias ocasiones «nada más que decir», Íñigo ha evitado confirmar si han retomado sus planes de boda, ni qué le parecen los rumores de que parte del entorno de Tamara no está nada conforme con que le haya dado una segunda oportunidad.
«Muchas gracias a todos por vuestro cariño» ha finalizado sonriente ante una nube de cámaras antes de abandonar el lugar en su moto.