España es un país miserable en el que la única solución para salir de la crisis por parte de nuestros gobernantes es el elitismo y la ruptura social. Aquí podemos encontrarnos con que, día tras día, se habla de privatizar hospitales, de pagar por medicamentos olvidando que ya cotizamos a la Seguridad Social, de que los extranjeros que puedan pagar una vivienda por más de 160.000 euros obtendrán el permiso de residencia, de que las tasas para estudiar ciertas carreras universitarias alcanzan cotas inalcanzables, de que los defraudadores se benefician de una amnistía fiscal, de que se fulmina la inversión en políticas sociales para la atención a personas sin hogar, enfermos de sida, dependientes… Mientras, con la misma “normalidad”, nos encontramos con la noticia que hoy se ha dado a conocer: tras el acuerdo alcanzado entre el Gobierno, el Banco de España y la Comisión Europea, los empleados despedidos por los bancos nacionalizados no lo harán en las condiciones marcadas por la actual Reforma Laboral. Para ellos, solo para ellos, hay excepción.

Es decir, que, por ejemplo, Bankia, que despedirá a 6.000 de sus trabajadores (el 28% de su plantilla) tras recibir 18.000 millones de euros provenientes de Bruselas (¡!), no aplicará en ese proceso de desempleo lo que sí rige para todos los demás españoles: una indemnización de 20 días por año trabajado. Está por ver, pero ellos tendrán un margen mayor. No es que sea un cabrón con pintas que desee que estos nuevos parados queden en una mala situación. No, ni mucho menos. Pero creo que es de justicia que el señor que trabaja en la obra o la técnica de laboratorio, a la hora de afrontar el trauma de un despido, tengan exactamente las mismas condiciones que quien está tras la ventanilla de un banco.

¿Tan ciegos están los politicastros? Están sembrando de gasolina el país. La indignación va a salir por dónde menos queremos. Nadie entiende tanta sivergonzonería. Y eso que el mensaje no puede ser más claro: señor ciudadano, ponga el culo y apriete el cinturón (sí, más), que llega la Banca. Siempre a su servicio, por supuesto. Es por su bien… Por el bien de España. ¡Viva España!

¡Váyanse, politicastros, váyanse! Para ver esto… ¡Muera España!

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA