Cuando los prebostes mediáticos del PP echaron a Ana Pastor de TVE, yo fui de los que me eché las manos a la cabeza. Opino que un buen periodista lo es en un medio privado y en uno público, por lo que es una fantástica noticia que los mejores periodistas estén en los públicos. Así, su contribución está asegurada y llega a todos. Ojalá estuvieran en TVE o en RNE Carlos Alsina, David Gistau, Manuel Jabois, Enric González, Jordi Évole… o la propia Ana Pastor. Periodistas de raza, incisivos, audaces, frescos, constructivos.
Pero parece ser que los tiros van por otro lado. Sergio Martín, presentador de ‘La Noche’ en el 24 horas de TVE, lleva cinco días con su pica expuesta en el cadalso de Twitter porque le habría hecho una pregunta sobre los presos de ETA tachada como partidista y de mal gusto a Pablo Iglesias, líder de Podemos. Incluso el Consejo de Informativos de la cadena ha exigido su destitución como conductor del programa de análisis político. Es decir, una caza de brujas en toda regla.
Mucho me temo que, ante el nuevo régimen que se avecina, los periodistas sean tachados también como “casta” y se les quieran cortar las alas de la libre reflexión. A los que pregunten con agudeza (incomodando unos días a unos y otros a los vecinos, incluidos los espectadores), ya lo saben, se les puede montar una campaña indigna y su memoria podrá quedar sepultada en el olvido definitivo, en medio del silencio de la mayoría de los compañeros de profesión. Desgraciadamente, hoy ya escasean las grandes caras que busquen ser ecuánimes y constructivas en nuestros medios públicos, tanto a nivel nacional como autonómico. Se llevan más los fantoches histriones y los bustos grises y aburridos.
Por eso pido que cese este acoso contra Sergio Martín. Se ha equivocado en la forma de formular una pregunta, sí, pero los que le seguimos bastantes noches en su programa sabemos que no pertenece a ninguna casta o batallón frentista. Con un estilo ágil, sensible e irónico, es un periodista de los que cada vez quedarán menos.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA