La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Las ánimas de 2014 se reúnen en el Congreso

Es 24 de marzo de 2014. Madrugada en el Congreso de los Diputados. Miles y miles de españoles han desfilado durante largas horas, en una tarde-noche que helaba hasta los tuétanos, para homenajear durante breves segundos a Adolfo Suárez, “el presidente decente” que capitaneó nuestra Transición a una monarquía parlamentaria y más democrática que nunca en la historia de España. Las Cortes abrirán mañana de nuevo para que el cadáver del presidente salga en hombros de la sede la soberanía nacional y sea trasladado a Ávila, en cuya catedral descansarán para siempre sus restos. Pero eso será mañana. Ahora toca el homenaje de los muertos con rostro global que serán recordados para siempre como las ánimas de 2014. Están las que fueron hasta ese 24 de marzo y las que serán antes de que caiga el telón del año.

Sentado en un sofá en medio del pasillo central del Congreso, Adolfo Suárez, memoriado al fin, se fuma tranquilamente un pitillo. Disfruta al volverse a ver con traje impecable. Le acompañan en un corro antológico los más grandes en sus artes: Alfredo di Stéfano, Paco de Lucía y Gabriel García Márquez. Esta Trinidad laica fuma, respectivamente, un generoso habano. “Ché, presidente, ¡cómo te quiere la gente!!”, le espeta don Alfredo. Sonrojado y con gesto pícaro, Suárez devuelve el piropo: “Maestro, contigo llorará todo el Bernabéu”. “Déjese de poesías –le devuelve el mito del balompié–, me quedo con haber visto la Décima en vida… Ay, Sergio Ramos de mi corazón, cómo sufrimos en Lisboa”.

En estas, don Alfredo recibe un toque en el hombro. Asustado, se da la vuelta. Es Luis Aragonés, que le susurra socarrón: “Volveremos…”. Riéndose entonces ambos amigos, abrazados como hermanos de cuna, acuden a saludar a la Saeta Rubia otros camaradas del Deporte Rey, como Eusebio, Tito Vilanova y Vujadin Boskov. Yago Lamela, como siempre, llega hasta allí pegando un impresionante salto. Sonriente, suelta la chanza: “Son ustedes unos grandes y es para mí un placer enorme disfrutar de su compañía. Sobre todo porque, como gran aficionado al cine que soy, puedo presenciar cómo leyendas del Séptimo Arte acuden a bailar bajo la guitarrada pausada de don Paco de Lucía”.

Y así es. En ese mismo instante, la llamarada calma de ‘Entre dos aguas’ hace danzar armónicamente a Philip Seymour Hoffman, Lauren Bacall, Shirley Templey y Mickey Rooney. Con su sonrisa entrañable y nostálgica, Robin Williams le explica a nuestro Álex Angulo que no baila porque prefiere contemplar a la musa de sus desvelos. Cuando la Bacall, percibida de ello, le envía un beso volador, Roberto Cairo y Pedro Peña saltan para interceptarlo. La golfa disputa entre ambos le sirve a Máximo para ilustrar su última viñeta en ‘El País’ de mañana. Ajenos a todo ello quedan los políticos, Blas Piñar e Iñaki Azkuna, que, compartiendo el pitillo de Suárez, lo derriten sin dilucidar con consenso cuál es el balance de la España de las autonomías. María Antonia Iglesias, periodista hasta el final, lo apunta todo en su libreta. Junto a Máximo, también ella dará una exclusiva.

Los que sí están entregados con pasión a la guitarra bruja de Paco de Lucía son Peret, que canta a la lágrima que cayó en la arena, y Tommy Ramone, el batería de Los Ramones, que se viene arriba y hace que hasta los tiros de Tejero se caigan del techo de las Cortes. Emocionado, Joe Cocker se levanta y nos rememora con su voz rota cómo fueron aquellos maravillosos años… Descalza, Cayetana Fitz-James Stuart, la Duquesa de Alba, hace levitar su blanco vestido hippy y embiste bailando al capote dulce de José María Manzanares. Fabiola de Bélgica aplaude a rabiar, mientras Oscar de la Renta y Manuel Pertegaz le componen el vestido de su nueva boda con Balduino, allá en el cielo.

Abstraídos en sus cuentas, Emilio Botín, Isidoro Álvarez y Miguel Boyer no reparan en el espectáculo. Solo les hace elevar la vista el grito desgarrado de James Hellwig, el último guerrero de los cuadriláteros que eran platós de la tele. Con solemnidad, anuncia el melenudo: “¡Han venido los escribas!”. Emocionado, se yergue Gabriel García Márquez. Sobre sus gafas de pasta y su flor amarilla en el ojal, emerge su tierna sonrisa. Uno a uno, abraza a los suyos, que han venido hasta aquí por él: Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Leopoldo María Panero, Mercedes Salisachs, Ana María Matute… Y Manu Leguineche, que da la última exclusiva de la noche: “Compañeros, la amanecida se avecina. Hemos de irnos. Pero sabemos que estamos aquí por algo: pese a morir, vivimos”.

Un estruendoso aplauso del hemiciclo, que resuena más que las pocas veces en que está lleno, hace que Adolfo Suárez se levante y hable en la tribuna presidencial: “Amigos y amigas, la sesión ha terminado. Estamos vivos y ya unidos para siempre por un destino común: nos fuimos en 2014, presenciando cosas maravillosas y pueriles. Quedémonos con lo bueno. En mi caso, así lo haré. Pese a que muchos tunantes han arruinado lo que entre muchos levantamos, yo creo. Tengo esperanza en nuestra España constitucional. No, no seremos un paréntesis en la historia de este cainita país… ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva Felipe VI! ¡Viva la libertad… Y la decencia!”.

En pleno ardor de la masa artista, se abren las puertas de las Cortes y el silencio estalla. Solo está allí Adolfo Suárez. En su ataúd. Vivo. Y sabiendo que, si la concordia fue posible, podrá volver a serlo.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Lo más leído