En Italia, la Juventus es el equipo más grande, con 33 Ligas. Pero, ¿siempre ha sido así? Desde la primera temporada, en 1898, y hasta 1924, el Genoa ganó nueve competiciones nacionales y el Pro Vercelli siete. En el mismo período, en el que la competición estuvo parada cuatro temporadas por la Gran Guerra, el Milán levantó tres Ligas, el Inter dos y la Juventus una. Entre 1925 y 1935, la Juve arrasaría con seis scudettos. Hasta la II Guerra Mundial, Bolonia y Ambrosiana Inter dominarían el panorama nacional, ganando cuatro títulos el primero y dos el segundo, que ya había levantado su primera copa en 1930. Desde los años 50 y hasta el actual reinado aplastante de la Juventus, ya una multitud de equipos se han turnado ganando Ligas todos los actuales grandes equipos del país transalpino, incluidos Nápoles, Sampdoria, Roma, Lazio… Pero la conclusión es clara: la Juve es la reina, con 33 títulos nacionales, y le siguen Inter y Milán con 18 respectivamente. ¿El cuarto histórico de Italia? El Genoa, con nueve, al que siguen Torino, Bolonia y Pro Vercelli, todos ellos con siete. ¿Dónde están hoy todos esos equipos que han escrito páginas de oro en el Calcio?
Vamos a la Liga inglesa, a la Premier. Allí, hasta 24 equipos han ganado alguna vez la máxima competición nacional. Manda el Manchester, con 20, siendo el segundo histórico el Liverpool, con 18. El Arsenal tiene 13, el Everton nueve, el Aston Villa siete, el Sunderland y el Chelsea seis… Entre los equipos que han ganado cuatro y que hoy pasan horas bajas, están el Sheffield Wednesday o el Newcastle, que acaba de subir de la segunda división. Con tres nos topamos con equipos como el Wolverhampton o el Huddersfield Town. Con dos, el Preston North End, el Burnley, el Porsmouth o el Deby County.
El caso más destacado, en el sentido que quiero reflejar, es el de Alemania, con la Bundesliga. Todos damos por hecho que el Bayer de Múnich es el gigante germano. Y lo es, con 27 Ligas. Pero no siempre fue así, ni mucho menos. Si ganó la primera en 1932 (cuando ya el Leipzig había levantado cuatro y el Nünber cinco), no volvió a llevarse otra hasta 1968. Desde ahí, aun bregando con equipazos que han tenido ciclos ganadores muy potentes, como el Borussia Mönchengladbach, el Bayern ya ha sido lo que es. Pero le ha costado media vida de la nada absoluta…
Y llegamos a España, a nuestra Liga. El Real Madrid es el rey con 33 Ligas, por las 24 del Barça y las 10 del Atlético de Madrid. Eso dicen los fríos números. Pero la pequeña historia nos cuenta que, hasta 1955, con el fichaje de Di Stéfano por Bernabéu, el Madrid era solo un equipo más, con apenas un puñado de triunfos. Surgió de sus cenizas coincidiendo con unas época de esplendor de Atleti y Barça, con equipazos ambos. También estaba por ahí el Athetic de Bilbao, que tantos aficionados arrastra desde entonces por toda España. En medio de todo ese potencial, el Madrid creció como ninguna, siendo también el dueño de Europa.
Pero luego llegaron muchos años de sequía continental. Hasta 1998, con la Séptima, el Madrid llevaba 32 años sin ganar la Copa de Europa y en España su liderazgo estaba claramente cuestionado por el Barça, que se ha llevado muchas más Ligas también en estas dos décadas. Dos arreones, entre 1998 y 2002, y ahora desde 2014, han hecho al Madrid más grande que nunca. Pero, por ejemplo, en este último ciclo, el Atleti de Simeone, como en muchas otras ocasiones a lo largo de una gran historia, ha tenido en su mano ser el protagonista y el gran ganador. Como tantos equipos en las grandes ligas continentales y en la historia de la Copa de Europa (¿dónde está el Nottingham Forest que ganó dos orejonas?) ven su historia marcada por detalles, por momentos puntuales, en los que pueden asentarse definitivamente como colosos o caer en el olvido.
El bendito fútbol no son matemáticas. La historia de este deporte no está cerrada, se dibuja temporada a temporada. Dios no es del Real Madrid y por eso el club blanco tiene más seguidores que nadie, le pagan más por verse sus partidos y tiene el mayor presupuesto. En los años 50 podría haber desaparecido o haber ocupado su trono el Barça, el Atleti u otro equipo. Hacia finales de los 90 podría haberse quedado definitivamente como un gigante venido a menos, con sus glorias pintadas en blanco y negro… Y nada más.
El Atleti es un grande. Hoy incluso más que antes. Que respete su historia y, cuando caiga contra el Madrid, sus seguidores no apelen al rastrero, facilón y victimista argumento del mayor presupuesto. Si sigue en la línea actual, tiene en su mano ser un gigante. Para eso, ha de reconocer el mérito del otro. Porque, sin eso, el deporte carece de sentido. Y ellos mismos volverán a su eterno malditismo de ‘El Pupas’, la leyenda que más les ha perjudicado en su historia.
Un consejo de madridista a mis amigos atléticos: el Real Madrid es lo que es por su pasión inacabable, por no poner excusas al caer y por redimirse de la derrota buscando con furia otra victoria.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
