EL CORAZÓN DE CANTABRIA SE VISTE DE PASIÓN

La Comarca de Liébana: Tradición, naturaleza y devoción en Semana Santa

Vive una Semana Santa inolvidable en Liébana, donde la espiritualidad se funde con la belleza de los Picos de Europa

La Comarca de Liébana: Tradición, naturaleza y devoción en Semana Santa

En el corazón de Cantabria, la comarca de Liébana emerge como un destino que combina historia, naturaleza y fervor religioso. Este enclave montañoso, rodeado por la Cordillera Cantábrica y dominado por los majestuosos Picos de Europa, se convierte cada Semana Santa en un escenario único donde tradición y paisajes se entrelazan. Sus actos litúrgicos y procesiones no solo reflejan siglos de devoción, sino que también invitan a descubrir una región que guarda algunos de los secretos mejor conservados del norte de España.

Semana Santa en Liébana: Un Viaje Espiritual

La Semana Santa lebaniega es un espectáculo de solemnidad y emoción que tiene como epicentro el Monasterio de Santo Toribio, uno de los cinco lugares santos del cristianismo. Este monasterio alberga el Lignum Crucis, el mayor fragmento conocido de la cruz donde murió Cristo, convirtiéndose en un lugar de peregrinación imprescindible. Durante estas fechas, las procesiones recorren los pueblos de la comarca, desde el Viernes Santo hasta el Domingo de Resurrección, llenando las calles de música sacra, pasos imponentes y una atmósfera cargada de espiritualidad.

Entre las tradiciones más destacadas está la procesión conocida como La Santuca, considerada la más larga de España con un recorrido de 28 kilómetros. Aunque su celebración principal tiene lugar en mayo, su espíritu anticipa el fervor que se vive durante estas jornadas santas. En Potes, capital lebaniega, las calles adoquinadas se transforman en un marco perfecto para vivir esta experiencia única.

Naturaleza Imponente: Un Santuario al Aire Libre

Liébana ofrece mucho más allá del ámbito religioso. Su territorio protegido abarca casi el 75% del área total, con paisajes tan variados como impresionantes. Desde los cañones del Desfiladero de La Hermida, con paredes calizas que superan los 600 metros de altura, hasta las cumbres nevadas que rodean el valle, este lugar es un paraíso para los amantes del senderismo y la fotografía.

Una visita al teleférico de Fuente Dé permite admirar vistas espectaculares sobre los Picos de Europa, mientras que rutas como las del bosque de robles y hayas conducen a miradores naturales o pequeñas aldeas donde el tiempo parece haberse detenido. Durante esta época del año, el contraste entre el verdor primaveral y las montañas nevadas crea un paisaje que invita a la contemplación.

Gastronomía Tradicional: El Sabor del Norte

No se puede hablar de Liébana sin mencionar su rica gastronomía. El plato estrella es sin duda el cocido lebaniego, elaborado con garbanzos autóctonos, carne curada y las famosas «bolas», una mezcla única de pan rallado y tocino que aporta un toque distintivo. Para acompañar esta experiencia culinaria, nada mejor que probar el orujo, un destilado artesanal cuya elaboración sigue siendo un arte transmitido entre generaciones.

Además, pequeños mercados locales ofrecen productos típicos como quesos artesanales y embutidos ahumados que reflejan la esencia rural y auténtica de la región.

Patrimonio Histórico: Tesoros Ocultos

El legado cultural e histórico también forma parte del atractivo lebaniego. En pueblos como Lebeña se pueden encontrar ejemplos únicos de arquitectura mozárabe, como la iglesia de Santa María. En Potes, destacan construcciones medievales como la Torre del Infantado, símbolo del poder feudal en siglos pasados.

Asimismo, las iglesias y ermitas dispersas por toda la comarca esconden auténticas joyas artísticas. Recientemente han salido a la luz pinturas murales datadas entre los siglos XIII y XIX gracias a proyectos de restauración. Estas obras permiten apreciar cómo se vivía la religiosidad en épocas anteriores y añaden un valor incalculable al recorrido por sus templos.

Planifica tu Visita

Visitar Liébana durante Semana Santa no solo es una oportunidad para vivir una experiencia espiritual intensa, sino también para disfrutar del entorno natural en su máximo esplendor. Recomendamos comenzar el viaje en Potes, desde donde se puede acceder fácilmente al resto de atractivos tanto culturales como paisajísticos.

Para quienes deseen sumergirse en las tradiciones locales más allá de las procesiones, es posible participar en talleres gastronómicos o actividades guiadas por expertos locales que explican la historia detrás del monasterio o los secretos mejor guardados del desfiladero.

Esta Semana Santa, deja que Liébana te sorprenda con su combinación única de devoción religiosa, belleza natural incomparable y hospitalidad genuina. Un destino donde cada rincón cuenta una historia y cada paso conecta con lo sagrado y lo sublime.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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