San Sebastián (Donostia) es un destino perfecto para disfrutar de un fin de semana combinando playas, paseo, cultura y gastronomía de primer nivel. En dos días, uno puede recorrer la emblemática Playa de la Concha, explorar la Parte Vieja para degustar pintxos tradicionales y subir al Monte Igueldo para contemplar las mejores vistas de la bahía.
Imprescindibles en San Sebastián
- Pasee por la Playa de la Concha y su paseo marítimo, considerada una de las mejores playas urbanas del mundo.
- Descubrir la Parte Vieja, incluir la Plaza de la Constitución e iglesias históricas como San Vicente y Santa María del Coro, y disfrutar de bares de pintxos.
- Subir en funicular al Monte Igueldo para vistas panorámicas de la ciudad y el mar Cantábrico.
- Visitar lugares emblemáticos como el Peine del Viento o el Palacio Miramar.
- Aprovechar para relajarse en el Balneario La Perla o bañarse en cualquiera de sus playas (La Concha, Ondarreta, Zurriola).
- Recorrer el Paseo Nuevo o disfrutar de la animada Plaza de Gipuzkoa.
- Experiencias culturales y gastronómicas
- Entrar a la Catedral del Buen Pastor y conocer el Museo San Telmo.
- Probar la famosa ruta de pintxos —auténtico símbolo de la ciudad— en sus tabernas del Casco Antiguo.
- Disfrutar del ambiente en el Puerto y contemplar la arquitectura Belle Époque en edificios históricos como el Hotel María Cristina.
- Un fin de semana basta para enamorarse de la magia de Donostia, alternando naturaleza, historia y la mejor cocina vasca junto al mar.

Catedral del Buen Pastor
Dónde hospedarse
En pleno centro de San Sebastián, a la sombra de la icónica Catedral del Buen Pastor, se erige el Hotel Arbaso como un homenaje contemporáneo a la tradición vasca.
El nombre “Arbaso”, que significa “ancestro” en euskera, resume el espíritu del hotel: ser un puente entre la memoria familiar y las nuevas generaciones, reivindicando valores autóctonos pero con visión cosmopolita. El edificio, con más de un siglo de historia, ha mantenido su esencia neoclásica tras una intervención arquitectónica que combina materiales como madera, piedra y acero con textiles nobles —cuero y lino— para generar atmósferas acogedoras en su decoración.
Cada rincón de Arbaso está pensado para evocar sensaciones que conectan al huésped con la cultura vasca. La recepción se ha convertido en un espacio de bienvenida y cercanía: el hotel elimina el tradicional mostrador para favorecer una atención personalizada y cálida desde el primer instante. Su equipo entiende la hospitalidad como un arte delicado, orientado a que cada visitante se sienta único y protagonista de una experiencia difícil de olvidar.
Diseño y artesanía: un diálogo entre modernidad y tradición
La decoración, proyectada por el estudio Fiark Arquitectura, es una declaración de intenciones que fusiona elementos autóctonos con piezas de diseño internacional. Atención especial merece la chimenea del hall, revestida con una obra de Aitor Ortiz, y las mesillas de las habitaciones inspiradas en los tradicionales “harrijasotzailes” vascos. Las suites y habitaciones llevan nombres en euskera —Ilargia, Olatu, Sustrai…— reforzando esa conexión entre habitación y territorio.

Hotel Arbaso (Donostia)
Los huéspedes disfrutan de 50 habitaciones distribuidas en varias categorías. Desde dúplex con chimenea y vistas a la catedral, hasta suites con techos altos y muebles artesanales en madera de nogal, cada estancia rinde homenaje al “buen vivir” donostiarra. La insonorización del edificio permite olvidar que se está en el centro urbano y el mobiliario, firmado por autores como Norman Foster, Moneo o Milá, aporta un toque vanguardista sin perder la esencia local.
Basalore Suite: exclusividad para vivir el alma vasca
El verdadero icono del hotel es Basalore, una oda a la exclusividad y el carácter vasco. Concebido como un refugio elegante y luminoso, este caserío , a tan solo 20 minutos de San Sebastián, destaca por espacios amplios, una atmósfera privada y detalles artesanales. Basalore permite desconectar por completo y vivir la autenticidad del campo vasco junto a exuberantes jardines y vistas únicas, donde la elegancia rústica se mezcla con la comodidad más exclusiva.
Gastronomía: narrar el territorio desde el sabor
Dentro del Hotel Arbaso, el restaurante Narru se posiciona como referente para gourmets y amantes de la cocina vasca. Dirigido por el chef Iñigo Peña, fusiona tradición y vanguardia en platos elaborados con productos locales de temporada. Narru ofrece platos que refuerzan el compromiso del hotel con la sostenibilidad y el respeto por la cultura gastronómica.
El restaurante es punto de encuentro entre huéspedes y donostiarras. La carta se convierte en relato, donde cada plato narra una historia y conecta al visitante con su entorno. Las experiencias de maridaje, catas y desayunos están pensadas para prolongar la inmersión sensorial iniciada en el hotel.
Un destino perfecto
Elegir El Hotel Arbaso como destino en septiembre es apostar por un hotel boutique singular, que combina lo mejor de la elegancia donostiarra con una experiencia profunda y memorable. Este establecimiento invita a sus visitantes a redescubrir San Sebastián bajo una nueva luz: la del lujo sostenible, la calidez ancestral y la hospitalidad vasca en su máxima expresión. Una historia real, tejida con pasión y detalle, que espera ser contada.

