Tras ocultar los cadáveres en el dormitorio del matrimonio, organizó una fiesta por la noche a la que acudieron cerca de 60 jóvenes
Un gran jurado de Florida (EEUU) acusó de asesinato en primer grado a un adolescente que mató a martillazos a sus padres en julio pasado, ocultó los cadáveres en una habitación y luego celebró una fiesta en la vivienda familiar.
Sobre Tyler Hadley, de 17 años, pesaban dos cargos de asesinato en segundo grado, que conllevan una sentencia a cadena perpetua, por la muerte de sus padres, Mary Jo Hadley, de 47 años, y Blake Hadley, de 54.
Este miércoles el gran jurado aceptó la acusación de asesinato en primer grado, pero Hadley no puede ser condenado a muerte por ser menor de edad, aunque sí ser a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
Según la acusación, Hadley asesinó, el sábado 16 de julio de 2011, a martillazos a sus padres en su vivienda de Port St. Lucy y, tras ocultar los cadáveres en el dormitorio del matrimonio, organizó una fiesta por la noche a la que acudieron cerca de 60 jóvenes.
El adolescente fue detenido por la Policía local en las madrugada del domingo, horas después de la citada fiesta que había organizado a través de Facebook antes de asesinar a sus padres.
En declaraciones a la cadena local Channel 5 Mike Mandell, uno de los amigos más allegados de Hadley y quien acudió a la fiesta celebrada ese sábado por la noche, explicó que el acusado había tomado tres pastillas de éxtasis antes de supuestamente matar a sus padres y que luego le dijo:
«Me siento mal, no he comido, no he dormido, estoy mal».
La Policía local explicó que el joven convocó la fiesta a través de Facebook el propio sábado, luego presuntamente mató a sus padres, los ocultó en el dormitorio principal con sábanas y toallas, y poco después recibió a sus amigos.
Otros amigos del adolescente declararon también a medios locales que Hadley tuvo un comportamiento normal durante la fiesta, parecía divertirse y explicó que sus padres estaban de vacaciones.
Blake Hadley, de 54 años, trabajaba para una empresa de electricidad, y su esposa, de 47 años, era profesora. El juez encargado del caso, Dwight Geiger, ordenó que Hadley permaneciese bajo arresto sin derecho a fianza.
