Mo se corta un pelo Javier Milei.
En una reciente y extensa intervención televisiva en el canal argentino Neura, el presidente argentino desplegó su característico estilo combativo y teatral, dedicando casi cinco horas a conversar con el periodista Alejandro Fantino.
Durante esta maratónica charla, Milei celebró con entusiasmo el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a su plan económico, destacando el acuerdo que incluye un desembolso inicial de unos 15.000 millones de dólares para Argentina.
Este salvavidas financiero, junto con la reciente liberación parcial del cepo cambiario, fue presentado por el presidente como una victoria frente a sus detractores, a quienes no dudó en atacar con vehemencia.
Su frase más destacada, “Lloren mandriles inmundos”, dirigida a economistas y periodistas críticos, resonó como un desafío cargado de desprecio, reafirmando su postura de confrontación contra lo que él denomina la “casta” mediática y política.
Milei, exultante, aprovechó la entrevista para combinar elogios a su gestión con insultos hacia sus adversarios, incluyendo referencias despectivas como “periodistas ensobrados” o “basuras”.
En un tono que osciló entre la euforia y el rencor, defendió su estrategia económica y su relación con figuras internacionales como Donald Trump, cuyo entorno ha mostrado apoyo a su gobierno.
https://twitter.com/navyjava5/status/1912761217652765044
La mención del reconocimiento de la revista Time, que lo incluyó entre las 100 personas más influyentes del mundo, sirvió como pretexto para intensificar sus ataques, burlándose de quienes cuestionan su estilo o sus políticas.
Esta intervención, lejos de ser una mera exposición de logros, se convirtió en un espectáculo de revanchismo que polarizó aún más la opinión pública, consolidando la imagen de un presidente que no rehúye el conflicto y que utiliza la televisión como escenario para reforzar su narrativa de lucha contra un supuesto establishment corrupto.
La violencia verbal del presidente ha sido una característica desde su campaña electoral y ha seguido durante su mandato, lo que ha provocado un clima de polarización y enfrentamiento con la oposición y los medios de comunicación.
Javier Milei es un personaje único y su estilo de comunicación no tiene parangón.
Durante su gestión, ha utilizado un lenguaje agresivo contra políticos opositores, periodistas y referentes sociales, lo que ha sido caldo de críticas tanto dentro como afuera del país.
En los últimos 14 meses, se han contado más de 1.051 agravios presidenciales, lo que da un promedio de 2,4 insultos por día.
Además, ha sido acusado de promulgar una política de Estado basada en el insulto, lo que ha tenido un impacto negativa en la libertad de expresión y el clima político.
Los ataques a periodistas -muchos de ellos sectarios y entregados al peronismo agonizante- han sido frecuentes, con más de 45 reporteros y medios zarandeados en las últimas semanas.
La situación ha escalado hasta el punto de que la Academia Nacional de Periodismo ha emitido comunicados rechazando las agresiones y calumnias contra periodistas.
Además, la Sociedad Interamericana de Prensa ha exhortado al presidente a mostrar tolerancia frente a la crítica y el disenso.
INASEQUIBLE AL DESALIENTO
Desde que Javier Milei asumió la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2023, su gestión ha estado marcada por una ambiciosa agenda de reformas económicas y políticas que han generado tanto aplausos como controversias. Con su lema de “no hay plata” y una motosierra como símbolo de recortes, Milei ha logrado hitos significativos en su primer año, enfocándose en estabilizar una economía en crisis y reducir el peso del Estado. A continuación, un resumen ameno de sus principales éxitos:
Déficit cero y superávit fiscal: Milei cumplió su promesa de eliminar el déficit fiscal, logrando un superávit fiscal trimestral por primera vez en 15 años. Recortó el gasto público en un 35% en el primer semestre, equivalente a 5,6 puntos del PIB, un ajuste que él mismo calificó como “el mayor de la historia de la humanidad”.
Además, eliminó la emisión monetaria para financiar el Tesoro, estabilizando las finanzas públicas. Inflación a la baja: Aunque heredó una inflación anual del 211%, Milei la redujo drásticamente, pasando de un 25,5% mensual en diciembre de 2023 a un 2,4% en febrero de 2025, la más baja en cuatro años.
Estabilización del dólar: Unificó los tipos de cambio, eliminando la brecha entre el dólar oficial y el informal, y estabilizó el dólar blue, calmando una de las mayores preocupaciones de los argentinos.
En el frente de la seguridad, su gobierno redujo los homicidios en Rosario, epicentro de la violencia narco, en un 70%, y prácticamente eliminó los piquetes (protestas con cortes de calle).
Además, la aprobación de la Ley Bases y el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) desregularon la economía, atrayendo inversiones y posicionando a Argentina como un referente en libertad económica en la región.
Por si fuera poco, Milei eliminó 10 ministerios (de 18 a 8), redujo secretarías y despidió a miles de empleados públicos contratados en 2023, adelgazando el Estado.
En política exterior, fortaleció lazos con Estados Unidos e Israel, siendo el primer líder extranjero en reunirse con Donald Trump tras su reelección, y negoció un histórico acuerdo con el FMI por 20.000 millones de dólares, con un desembolso inicial de 15.000 millones.
Su gestión también ha mantenido un apoyo público sólido, con un 52,5% de aprobación según encuestas de Aresco a noviembre de 2024.
