En los últimos años, España ha experimentado un notable crecimiento en su mercado laboral, impulsado en gran parte por la inmigración. Un fenómeno destacado es el auge de los trabajadores hispanoamericanos, quienes han ocupado más de la mitad de los empleos creados para extranjeros desde la pandemia de COVID-19. Esta tendencia se debe a varios lazos culturales y lingüísticos que unen a España con Hispanoamérica.
El número de afiliados hispanos a la Seguridad Social ha aumentado significativamente, pasando de 483.000 en 2019 a 960.000 en 2025. Esta cifra no solo resalta la importancia de los trabajadores hispanos en el mercado laboral español, sino que también sube el telón sobre las dinámicas migratorias que están transformando la economía del país.
El contexto migratorio
La migración ha sido un tema clave en la economía española, especialmente desde la pandemia. España ha superado recientemente los 3 millones de extranjeros afiliados a la Seguridad Social. De estos, los trabajadores hispanoamericanos son los más destacados, con un crecimiento exponencial en su participación en el mercado laboral. Por países, Colombia y Venezuela son las nacionalidades que más trabajadores aportan a nuestra economía.
El impacto de esta migración no solo es económico, sino también social. Los trabajadores extranjeros, especialmente los hispanos, están contribuyendo significativamente al mantenimiento de la Seguridad Social española. Además, su presencia ha sido clave en la evolución positiva del empleo en los últimos años, con un 14% del total de afiliados a la Seguridad Social procedentes del extranjano.
En términos económicos, la aportación de los trabajadores migrantes es esencial para sectores como la construcción, el comercio y los servicios. Además, su incorporación al mercado laboral ha contribuido a la creación de empleo y al dinamismo económico del país.
