Felipe Valdés (Periodista Digital).- Este lunes han comenzado las emisiones de la nueva cadena de televisión privada en abierto laSexta, cuya adjudicación estuvo desde los inicios rodeada por la polémica de ser la televisión de «los amigos de Zapatero», José Miguel Contreras y Jaume Roures. El mejor fichaje de laSexta no ha sido ninguna de sus estrellas, sino el Mundial. La cadena que preside Emilio Aragón ha dado el golpe quedándose en exclusiva con los derechos del Mundial de Fútbol de Alemania 2006, autorizados por la FIFA y comprados a Telefónica por unos 100 millones de euros.
La conocida como televisión de los «amigos de Zapatero”, que siempre estuvo rodeada de controversia, tenía un hueco en el mercado audiovisual español hace ya muchos meses.
Hay que remontarse al pasado verano. Allá por julio, Zapatero ya tenía claro a quién entregar la licencia del nuevo canal. Los gordos de La Sexta eran amigos del presidente del Gobierno. Sin ir más lejos, el consejero delegado. José Miguel Contreras.
Contreras es amigo y asesor íntimo de ZP. Jaume Roures también es asesor, y amigo de los socialistas catalanes, por otro lado.
Los amigos de ZP
– José Miguel Contreras, compañero de baloncesto de Zapatero –
A la hora de la verdad y en una decisión escandalosa, el presidente del Gobierno optó por Jose Miguel Contreras (amigo íntimo y compañero de partidos de baloncesto las mañanas de los domingos en la primorosa cancha de la Moncloa).
No parece una decisión súbita. Cuando todavía estaba en la oposición y ni soñaba con llegar al poder, Zapatero contrato a los dos miguele», Barroso y Contreras, como asesores. De Barroso ya se ha dicho casi todo, incluso que comparte mansión en la Urbanización la Moraleja con Carme Chacón (comprada a Roberto Alvarez, el multimillonario de Ana y los siete) y que ha dejado el apetitoso cargo de secretario de Estado de Comunicación «para dedicarse a otros menesteres».
Era de suponer que entre esos menesteres estuviera participar en La Sexta junto aEmilio Aragón, el mexicano Azcárraga, Karlos Argüiñano, José Manuel Lorenzo, Jaume Roures, Tacho Benet y José Miguel Contreras.
La peripecia de Contreras (un hombre que en el corto espacio de dos décadas ha pasado de hacer crítica de televisión en las páginas de El País a controlar buena parte del sector audiovisual español) es digna de una de las novelas que, previsiblemente, escribirá Barroso ahora que se ha liberado de un cargo político.
– Jaume Roures, un tipo con suerte en la vida –
El hombre clave de Mediapro, la otra productora beneficiada por la interesada generosidad de Zapatero, es Jaume Roures. Mediapro, que juega en Cataluña un papel similar al que juega Globomedia en Madrid vend» a TVE programas como España Directo y es la compañía que se ha quedado, en una decisión administrativa más que dudosa, con la exclusiva de la retransmisión televisiva dentro del Congreso de los Diputados.
Jaume Roures, como Contreras, es un tipo con suerte en la vida. De la producción de TV3 y por un escándalo en la difusión de unas cintas que acabaron en manos de ETA, terminó exiliado en Deportes y fue allí con Tacho Benet donde descubrió que se podían apalear muchos millones vendiendo derechos de partidos de fútbol. Los de la Liga española fuera y los del fútbol internacional dentro.
Su momento de gloria fue con Vía Digital, cuando estaba allí Ruiz de Gauna y telefónica pagaba las cuentas. Facturaron anualmente más de 4.000 millones y se forraron.
Contreras y Roures son los agraciados con el Gordo que Zapatero les ha regalado con discrepancias dentro del Partido y del Gobierno.
La adjudicación
Pero tenía que haber un concurso. ¿La tapadera? El Grupo Godó y el Grupo Zeta.
El Grupo Godó se retiró de la escena al no admitir un porcentaje de acciones testimonial, y Zeta pasó a ser la lanzadera del proyecto.
El Grupo Zeta no es un grupo hostil, incluso demasiado afín, y en terrenos específicos como Cataluña (El Periódico), juega un papel impagable en el mantenimiento del Gobierno tripartito y en el respaldo a las aventuras de Pascual Maragall.
Zapatero, sonriente como siempre, cuenta a quien quiere escucharle por el Partido y círculos políticos y empresariales, muy restringidos, que su hombre es Contreras, que todo está decidido y que a los «demás» ( Televisa, Cisneros, Zeta, Blas Herreo y compañía) sólo les restó «buscar acomodo» en la nueva empresa. Una empresa que lidera el capo de Globomedia, José Miguel Contreras.
El día anterior al cierre de la presentación de la documentación para el concurso del canal analógico, las negociaciones entre los «elegidos» y el Grupo Zeta saltaron por los aires. Y a pesar de fue considerado desde un principio uno de los favoritos para adjudicarse el nuevo canal analógico de televisión, finalmente no optó al concurso convocado por el Ministerio de Industria.
Restaban sólo unas horas para que se cerrara el plazo de admisión de las candidaturas y Zeta se pronunció:
«Finalmente no concurrimos. Teníamos interés y hemos estado negociando de forma discreta durante meses y a bastantes bandas: con Globomedia, con Mediapro y otros… No con Televisa. Después de las conversaciones, las posibilidades que se daban no convenían a los intereses del grupo».

Desde Zeta se aseguró que su intención era no renunciar al sector audiovisual. En cualquier caso, la ofensiva del Grupo Audiovisual de Medios de Producción era seria. Un 60% del capital de la nueva sociedad queda distribuido entre las productoras Grupo Árbol-Globomedia, Mediapro y, en menor medida, El Terrat, Drive (José Manuel Lorenzo), y Bainet (Karlos Arguiñano). El 40% restante queda en manos de la mexicana Televisa.
También concurría el presidente de Kiss Media, Blas Herrero. Y lo hacía en solitario.
Blas Herrero disponía de
«suficientes recursos para presentarse al concurso»
incluidos los 10 millones de euros de aval y todas las garantías necesarias. En el caso de haber resultado adjudicataria
«se sumarían al proyecto diferentes empresarios, unos de la comunicación y otros de diferentes sectores».
Herrero confirmó que había viajado recientemente a Estados Unidos para entablar relaciones con empresas audiovisuales y que su proyecto incluía la creación de dos centros de producción, uno en Barcelona -donde Kiss Media tiene su sede- y otro en Madrid, concretamente en la Ciudad de la Imagen, donde ha adquirido para ello las instalaciones de las firmas Virgin y EMI.
¿Por qué Zeta se quedó fuera?
No se ponían de acuerdo. Los porcentajes de reparto no convencieron a Zeta que exigió, según fuentes de las productoras de televisión, más poder de gestión y no ser un mero acompañante. Tras conocerse la decisión final quedó patente que un presidente como ZP que transigió frente a El Mundo en la televisión digital por temor a que Pedrojota cumpliera lo que amenazaba con hacer en una de sus interminables homilías dominicales, deja orillado a un grupo «afín», convencido de que Zeta nunca le pondría la proa.
Y si Contreras era y es, buen amigo de ZP. Roures no lo es menos. Es el hombre clave de Mediapro, la otra productora beneficiada por la interesada generosidad de Zapatero.
La productora de Roures, Mediapro, que juega en Cataluña un papel similar al que juega Globomedia en Madrid vende a TVE programas como España Directo y es la compañía que se ha quedado, en una decisión administrativa más que dudosa, con la exclusiva de la retransmisión televisiva dentro del Congreso de los Diputados. Jaume Roures, como Contreras, es un tipo con suerte en la vida. De la producción de TV3 y por un escándalo en la difusión de unas cintas que acabaron en manos de ETA, terminó exiliado en Deportes y fue allí con Tacho Benet donde descubrió que se podían apalear muchos millones vendiendo derechos de partidos de fútbol.
Los derechos del Mundial
Finalmente laSexta se ha hecho con los derechos del Mundial de Fútbol de Alemania. La adquisición se hará pública este lunes en antena, primer día de emisiones de la cadena privada.
Los derechos comprados a Telefónica en exclusiva ronda los cien millones de euros e incluyen los partidos «de interés general» autorizados por la FIFA, y que se corresponden con los de la selección española, el de apertura del torneo y la final.
Para los partidos que quedan fuera de la categoría de “interés general”, laSexta está ultimando un acuerdo con Canal +.
También ha anunciado unas inversiones de 500 millones en cinco años hasta alcanzar la rentabilidad en 2010, coincidiendo con el apagón analógico.
Contreras expuso en este encuentro, patrocinado por BT, Asisa y Red Eléctrica de España, los objetivos de la nueva cadena: Espera alcanzar la rentabilidad del proyecto a partir de un 7% de cuota de pantalla en abierto. En esta previsión, no cuenta ni la televisión de pago y temática, ‘en torno a un 6% de la cuota total’.
En cuanto a los contenidos, Contreras afirmó que La Sexta, cuyo 40% pertenece a la mexicana Televisa, apuesta ‘por una televisión innovadora y rupturista’ y, sobre todo, por el Mundial de fútbol de Alemania 2006.
Para el consejero delegado, no hay había de que canal iba a emitir el campeonato.
«Si el Mundial se lo lleva el que más pague, será nuestro».
Y así ha sido. Traducido en datos prácticos, la cadena ha pagado cerca de cien millones de euros y se ha llevado los derechos de la competición.
La cadena, que prevé un share del 3 por ciento a medio plazo, va a por todas. Un camino, que será indudablemnete más llano gracias a su principal y gran apoyo, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Problemas de cobertura
La nueva cadena no ha solucionado el grave problema técnico que tiene desde que el Gobierno le concediera la licencia para emitir, en noviembre pasado.
En todos estos meses, laSexta ha intentado solucionar por todos los medios esos problemas, pero no ha conseguido nada y no ha tenido más remedio que salir al aire con esa limitación.
La limitación que se le presenta es que varias ciudades españolas, las frecuencias que le adjudicó el Ministerio de Industria están ya ocupadas por otras televisiones, sobre todo locales.
En Madrid, según cuenta el periódico El Economista este lunes, el espectro lo utiliza desde hace más de 10 años Canal 33, con la que que La Sexta ha intentado llegar a un acuerdo, ofreciéndole incluso 121.000 euros para que echara el cierre.
Finalmente, el contencioso ha acabado en los tribunales, donde la cadena ha denunciando a Canal 33 con cargos de chantaje por uso fraudulento de espectro radioeléctrico.
Esos problemas técnicos, y según adelantó El Economista en anteriores números, se repiten en ciudades como Toledo, Almería, Albacete, Barcelona y un largo etcétera.
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