(PD).- Cuando se le consulta a los españoles si se le debe conceder algo a ETA para que desaparezca o, por el contrario, se la debe derrotar sin concederle nada, la mayoría (el 60%) es partidaria de no otorgar nada a la banda y derrotarla. Sólo el 25% estaría a favor de hacer concesiones, sin especificar cuáles puedan ser.
Según publica Época, en la encuesta Intereconomía del mes pasado, junio de 2006, supimos que el 42% de los españoles estaba a favor de que el Gobierno hablase con Batasuna, mientras que el 35% se mostraba en contra. Esa pregunta se formuló justo antes de que el presidente del Gobierno anunciase que autorizaba las conversaciones del PSE y Batasuna en la sesión del debate del estado de la nación del 6 de junio de 2006, cuando ya había terminado la intervención de Mariano Rajoy, y no había posibilidad de réplica por parte del PP. Y, desde luego, tiempo antes del anuncio de Zapatero de que se iban a iniciar negociaciones con ETA, que es el tema que nos ocupa en esta encuesta.
El presidente hizo este último anuncio el pasado 29 de junio. La pregunta es la misma que planteábamos el mes pasado:
¿Negociar qué y en qué circunstancias?
Cuando se le consulta a los españoles si se le debe conceder algo a ETA para que desaparezca o, por el contrario, se la debe derrotar sin concederle nada, la mayoría (el 60%) es partidaria de no otorgar nada a la banda y derrotarla. Sólo el 25% estaría a favor de hacer concesiones, sin especificar cuáles puedan ser.
Por tanto, los españoles se muestran beligerantes ante la presencia de ETA. Parecen distinguir bastante bien entre negociar y conceder. Y tienen claro que la banda es un enemigo a derrotar, no un rival al que hay que conceder para que ceda.
Los más partidarios de la derrota de ETA sin concesión son los votantes del PP: el 84% está a favor de derrotarla, simple y llanamente. Hay más división entre los votantes del PSOE, pero vuelve a predominar la tesis de la derrota: el 55% de los votantes del PSOE apuesta por vencer a ETA sin entregar nada a cambio, frente a sólo el 30% que es partidario de hacer concesiones para su disolución.
Los votantes de IU son mucho más partidarios de éstas: el 63%, frente al 31% que cree que hay que derrotarla sin concesiones. Los votantes de CiU, mayoritariamente, son partidarios de derrotar a ETA (67%), frente al 33% que piensa que hay que entregar algo a cambio. Y, al contrario, los votantes de ERC son partidarios de las concesiones (64%), frente al 36% que opina que hay que derrotarla. Entre los más jóvenes, por fin, la gran mayoría (el 64%) considera que hay que derrotar a ETA, frente a sólo el 18% que cree que hay que hacer concesiones.
NEGOCIACIÓN SÍ O NO
En cuanto a la negociación en sí, más de la mitad de los españoles (el 51%) se manifiesta poco o nada de acuerdo con ella; aunque es cierto que el 40% está muy de acuerdo o bastante de acuerdo con ella. ¡Qué menos podría esperarse de una población sometida a las tensiones creadas por las iniciativas políticas de Zapatero! Ante una cuestión tan difícil y dolorosa, la opinión se divide, y cuesta alcanzar la unanimidad, o aproximarse a ella. Las opciones electorales de los españoles, marcadas por su recuerdo de voto, explican con mucha claridad las diferencias que tienen unos y otros. Así, por ejemplo, la inmensa mayoría de los votantes del PP (el 88%) dice estar en contra de que se produzca esa negociación (están poco o nada de acuerdo con ella), y sólo el 9% afirma estar a favor (está muy o bastante de acuerdo).
Es muy interesante ver lo que piensan los votantes del PSOE, que, a fin de cuentas, es el partido que sostiene al Gobierno que quiere llevar a cabo esa negociación. La mayoría de estos votantes del PSOE (el 61%) está muy o bastante de acuerdo, pero más de uno de cada tres votantes del PSOE (32%) se muestra en contra: está poco o nada de acuerdo. Es interesante observar cómo una gran masa de votantes del PSOE no sintoniza con esta política negociadora del Ejecutivo al que votaron; y nos referimos casi a cuatro millones de personas. El apoyo es mucho más claro entre los votantes de IU, donde la gran mayoría, el 78%, se muestra muy o bastante de acuerdo. Mientras tanto, entre los votantes de CiU la situación es parecida a la que registramos en el PSOE: 67% a favor y 33% en contra. Son los votantes de ERC los que están más a favor (el 91% lo está, y sólo el 9% se manifiesta en contra).
Llama la atención el hecho de que, entre los más jóvenes, entre los que no tenían edad para votar en marzo de 2004, la gran mayoría (61%) se muestra en contra de la negociación, frente a sólo el 29% que dice estar a favor. Como vemos, pues, los españoles pueden llegar a ser generosos y tolerantes, y se muestran relativamente abiertos a negociar, a pesar de las muchas reticencias que existen.
