(PD).- La mayor preocupación de Juan Luis Cebrián, la familia Polanco y el director del diario, ante el conflicto que mantienen con el sector más belicoso de los más de 800 empleados de El País, se centra ahora en dejar patente quién es más fuerte. Y lo ocurrido estás Navidades deja claro que en el Grupo PRISA manda la empresa y los sindicatos no pintan un comino.
Si uno de los periódicos más importantes a nivel nacional es capaz de responder a la reclamación de sus trabajadores con la publicación detallada de sus opulentas nóminas, como recogíamos en «El sueldo de los periodistas de El País», no es de extrañar que las respuestas a la huelga convocada este viernes y sábado, hayan consistido en echar toda la carne en el asador.
Como era lógico, la dirección de El País -arropada por el staff y muchos de los que se benefician de la rentable «dedicación exclusiva»- ha tirado de Agencias y de Archivo para no parar rotativas durante la huelga, y ha estado presente en los quioscos con un número más reducido de ejemplares y mutilando contenidos.
Además no ha olvidado durante las jornadas de paro, resaltar que el periódico está en la calle a pesar de que la huelga ha sido secundada por el 90% de la plantilla.
Avisando e insistiendo que estarían a la venta con «un periódico de calidad, con exclusivas».
La última noticia publicitaria al respecto la da el diario ayer mismo, bajo el título de «El País llega de nuevo a todos sus puntos de venta con normalidad».
El País ha llegado hoy también a su cita con los lectores tras la segunda jornada de huelga, convocada el sábado. El diario imprimió más de 800.000 ejemplares, los habituales en su edición del domingo, en España, resto de Europa y América Latina. La distribución se realizó con éxito en los más de 30.000 puntos de venta del periódico. La acción de piquetes -que intentaron, sin éxito, que el periódico no llegara a los quioscos- ha causado la pasada madrugada algunos incidentes en Burgos, Madrid y Barcelona.
Debido a la huelga, de dos días de duración, El País ha elaborado una única edición dominical, sin cuadernillos de información local y con la programación de las cadenas generalistas de televisión. La programación de las autonómicas se puede seguir en la web (www.elpais.com ). Los suplementos Domingo y Negocios también han sido producidos y distribuidos con normalidad.
Y así ha sido. La dirección de El País ha conseguido, con su presencia en la calle durante el paro de sus trabajadores, vencer y consolidar su postura ante las reclamaciones de éstos. Lo que han conseguido las negociaciones en los despachos, lo han logrado las rotativas sencillamente no parando.