ACERCAMIENTO ENTRE PP Y VOX

Feijóo y Abascal escenifican distensión política en plena tormenta por la corrupción del Gobierno

El líder del PP y el de VOX mantienen un encuentro informal mientras la presión sobre Pedro Sánchez crece por los escándalos de corrupción en el PSOE

Feijóo y Abascal escenifican distensión política en plena tormenta por la corrupción del Gobierno

En la mañana del 25 de junio, mientras el calor se apodera de Madrid y la política española hierve al ritmo de los últimos escándalos, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal han sorprendido a propios y extraños manteniendo una reunión informal en el Congreso de los Diputados. El contexto no podría ser más explosivo: el Gobierno de Pedro Sánchez atraviesa una de sus peores crisis por los presuntos casos de corrupción que salpican al PSOE, y tanto PP como VOX ven la oportunidad perfecta para intensificar su presión sobre La Moncloa.

Lo curioso es que ni los populares ni los de Abascal habían anunciado el encuentro previamente, lo que ha alimentado todo tipo de rumores en los pasillos parlamentarios. Desde ambos partidos insisten en que fue una charla «cordial y respetuosa», aunque marcada —faltaría más— por la «lógica discrepancia» entre dos formaciones que no dejan pasar una para lanzarse dardos, especialmente cuando las cámaras están encendidas, según cuenta ‘The Objective’.

PP y VOX: distanciamiento público, contacto privado

Si algo caracteriza a la relación entre VOX y el Partido Popular es la tensión constante. Los reproches son habituales: Abascal acusa a Feijóo de tibieza frente a Sánchez, mientras que en Génova consideran que VOX juega a reforzar al Gobierno animando una moción de censura condenada al fracaso. Sin embargo, cuando las circunstancias lo exigen —y la crisis actual lo es—, ambos líderes aparcan las diferencias para analizar el tablero político en privado.

En esta ocasión, el trasfondo no podía ser más relevante:

  • VOX lleva semanas presionando al PP para que presente una moción de censura contra Sánchez por la corrupción. Feijóo, pragmático, resiste: no ve viable activar este mecanismo sin garantías de éxito parlamentario.
  • La cita se produce justo después de la última sesión de control al Gobierno antes del parón veraniego. El ambiente era denso: Sánchez ausente (de viaje internacional), el PSOE defendiéndose como gato panza arriba y la oposición oliendo sangre.
  • Aunque ambos partidos colaboran en varias comunidades autónomas, su sintonía nacional es más bien intermitente. El choque por la gestión migratoria y otros asuntos autonómicos sigue fresco.

Reacciones: ironía socialista y silencio estratégico

El PSOE no ha tardado en salir al paso con su habitual ironía. Desde Ferraz insinúan que Feijóo “habrá recibido instrucciones ideológicas” de Abascal y aprovechan para ridiculizar lo que consideran una estrategia desesperada del líder popular para intentar erosionar al Gobierno antes del verano. Los socialistas ven en esta reunión un intento más de “chapotear en el jardín de infancia de la ultraderecha”, con ese toque sarcástico tan propio cuando la presión aprieta.

Por su parte, ni PP ni VOX han querido dar detalles sobre el contenido real del encuentro. Fuentes populares insisten en la normalidad parlamentaria y Vox reitera su mantra: “Abascal dice lo mismo en público que en privado”. Una forma elegante —o quizá perezosa— de zanjar especulaciones.

Un contexto político agitado: corrupción, moción frustrada y clima preelectoral

El telón de fondo es ineludible. La legislatura atraviesa un punto muerto:

  • Los escándalos salpican a altos cargos socialistas; el llamado “caso Santos Cerdán” ha dinamitado aún más la imagen del Ejecutivo.
  • Los socios parlamentarios del PSOE empiezan a marcar distancias o a plantear exigencias adicionales.
  • El debate sobre una posible disolución anticipada del Parlamento está cada vez más presente —aunque Sánchez se aferra al sillón con uñas y dientes—.
  • La oposición busca fórmulas para capitalizar el desgaste socialista sin caer en maniobras estériles. Y aquí reside buena parte del dilema popular: si Feijóo se lanza con una moción sin apoyos suficientes, puede terminar reforzando a Sánchez.

Mientras tanto, entre bambalinas:

  • Se reavivan viejos fantasmas sobre pactos poselectorales.
  • Las direcciones territoriales del PP lamentan los vaivenes con VOX desde que rompieron gobiernos autonómicos conjuntos por discrepancias sobre inmigración.
  • En Bruselas se mira con recelo la inestabilidad política española justo cuando se discuten cuestiones clave como el gasto militar o las reformas económicas.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído