Si no fuera porque el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias nos puede llevar a los españoles a la ruina más espantosa, lo cierto es que la cohabitación de ambos líderes puede dar momentos de gloria.
No han empezado a gobernar, propiamente dicho, y ya laten las tensiones por un acuerdo de extrema necesidad para no quedarse en la indigencia institucional. Sánchez e Iglesias se abrazaron a modo de salvavidas, uno para seguir como presidente y el otro para no desaparecer del mapa político.
Pero como entre pillos anda el juego, el de Podemos quiso hacerle nuevamente parte del Gobierno al del PSOE y adelantarse a su ‘compañero’ deslizando nombres de ministros. Sánchez, experto en el trilerismo político, se guardó la carta en las negociaciones con los morados de las cuatro vicepresidencias, algo que desactivaba el poder que iba a tener Iglesias en el nuevo Ejecutivo.
El enfado en el seno de la formación populista fue tal ante esta jugarreta que, para evitar un incendio mayor, se recurrió a Pablo Echenique, quien será ahora el líder del grupo en el Congreso de los Diputados, para dar explicaciones.
El problema es que el diputado de Podemos acabó saliendo por la tangente y sacudiendo de lo lindo a la prensa a la que trató despectivamente de «tertuliana» y a la que mandó poco menos que a volver al colegio. Y es que eso de que a los morados les hayan hecho la envolvente no les ha sentado nada bien, pero la culpa, al final, es de la prensa y sus análisis.
Como diría el personaje que hacía el papel de borracho en la obra ‘Luces de Bohemia‘ (Valle-Inclán), lo de Echenique es de «craneo privilegiao»
Estimada tertulianez:
Hay dos afirmaciones que no pueden ser verdad a la vez (1) UP controla el gobierno para llevarnos a un apocalipsis etarra-narcocomunista-bolivariano y (2) UP no pinta nada en el gobierno.
Se llama «principio de no contradicción» y se estudia en la ESO.
— ᴘᴀʙʟᴏ ᴇᴄʜᴇɴɪQᴜᴇ 🇪🇸 (@pnique) January 10, 2020
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