En la convulsa España de 1938, las lealtades podían transformarse con la misma rapidez que cambiaba el viento en el Alto de los Leones.
Este fue el caso de Mateo Pérez-Castejón Díaz, abuelo materno del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Su historia es una de las más sorprendentes y poco conocidas dentro de la memoria familiar socialista: desertó del ejército republicano para alistarse voluntariamente en la Legión, un cuerpo creado por Millán Astray, para luchar bajo las órdenes de Francisco Franco.
La revelación, hecha pública en exclusiva por Segundo Sanz en OKDiario, ha sacudido los cimientos del relato oficial sobre la Guerra Civil y la memoria democrática, desmintiendo así la imagen homogénea que rodea a los antepasados del líder socialista.
La documentación recuperada del Archivo Intermedio Militar de Ceuta y del Centro Documental de la Memoria Histórica ilumina el camino recorrido por Mateo Pérez-Castejón.
En un primer momento, se alistó en el Batallón de Apoyo de Carros Blindados republicano, pero a mediados de 1938, en pleno frente de Teruel, decidió desertar. Se unió el 10 de julio a un banderín de enganche de la Legión en Talavera de la Reina, tan solo cuatro días antes de ser denunciado por deserción ante la justicia militar republicana, un acto considerado alta traición y castigado con pena capital.
La hoja de filiación en la Legión contrasta con el estereotipo del analfabeto rural que se suele asociar a muchos combatientes.
En su caso, se documenta que sabía leer y escribir y era católico practicante. Además, para evadir los requisitos relacionados con su edad, alteró su fecha de nacimiento, sumándose dos años para poder enlistarse como voluntario en el bando nacional, ya que contaba apenas con 16 años.
El relato de la deserción: entre dos fuegos y la búsqueda de una salida
En el marco del frente de Levante, el batallón donde servía Mateo enfrentaba una “marea incesante de deserciones” ante el avance franquista.
El comandante Manuel Bartual Gallego llegó a ordenar disparar a cualquier soldado que intentase escapar. Según el investigador Pedro Corral, autor del libro “Desertores”, Pérez-Castejón se halló entre dos fuegos: su batallón detrás y la 5ª División de Navarra delante.
Decidir desertar no fue solo una cuestión vital. En la causa militar 1193/42 se registra que Mateo afirmó haberse alistado en el Ejército franquista «con la idea de servir a la auténtica España», una declaración que resuena intensamente en los debates políticos actuales y ha sido usada para evidenciar las contradicciones presentes en el relato oficial.
Un legionario condecorado y una hoja de servicios para la posteridad
Después de unas semanas recibiendo instrucción, Pérez-Castejón fue enviado a formar parte de la 57ª Compañía de la XV Bandera de la Legión, conocida como «Reino de Aragón», desplegada en el sector correspondiente a Sort (Lérida).
Su primer combate tuvo lugar el 30 de julio de 1938 durante un ataque a la posición conocida como Baladrero, donde luchó “a bayonetazo limpio” contra sus antiguos compañeros republicanos.
La trayectoria militar del abuelo Sánchez no pasó desapercibida para el régimen franquista. El 30 de junio de 1939, Luis Orgaz Yoldi, al mando del Ejército en Levante, le otorgó tres condecoraciones: la Medalla de la Campaña y dos Cruces Rojas del Mérito Militar, distinciones reservadas a aquellos que destacaban en operaciones bélicas.
El subconsciente y las contradicciones del nieto del franquismo
La historia personal de Mateo Pérez-Castejón ha puesto al descubierto lo que algunos analistas interpretan como un “trauma subconsciente” presente en las declaraciones públicas de Pedro Sánchez, quien ha sostenido que su abuelo fue víctima del franquismo y provenía además, según él mismo ha afirmado, de una familia compuesta por “humildes analfabetos”, algo que contradice lo expuesto por los documentos oficiales.
Según indica Pedro Corral, “el abuelo Sánchez luchó valientemente por Franco y recibió tres condecoraciones”, un relato que desafía el maniqueísmo asociando a los bandos enfrentados durante esa época histórica y revela las “guerras civiles dentro de la Guerra Civil”.
Exclusiva, polémica y curiosidades históricas
La exclusiva ofrecida por Segundo Sanz en OKDiario ha generado un amplio debate tanto en redes sociales como en tertulias políticas. No han faltado quienes intentaron cuestionar la autenticidad documental presentada; sin embargo, los archivos militares junto con testimonios directos respaldan lo expuesto.
Algunos detalles interesantes completan este retrato:
- Mateo recibió una prima por su enganche valorada en 400 pesetas, aunque tuvo que pagar 225 para adquirir su vestuario; esto pone en evidencia cómo incluso las deserciones tenían un precio durante tiempos bélicos.
- La Legión no requería documentos identificativos estrictos, lo cual permitía a menores enlistarse tras falsear su edad.
- En su hoja militar figura que sabía leer y escribir, lo cual contrasta notablemente con lo manifestado por su nieto durante discursos institucionales.
El caso particular de Mateo Pérez-Castejón nos recuerda que las historias familiares pueden ser tan complejas como lo fue nuestra propia Guerra Civil. Además nos enseña que, en política, los ecos del pasado siempre encuentran formas inesperadas para salir a relucir; cada vez más parece claro que ni siquiera las medallas pueden ocultar todo lo sucedido.
