En los pasillos de Ferraz, el ambiente se ha vuelto tenso.
La investigación judicial relacionada con la “Operación PSOE” ha destapado la existencia de una carpeta secreta, almacenada en un Google Drive, donde se habrían guardado documentos comprometedores sobre adversarios políticos, fiscales, policías e incluso periodistas.
El hallazgo de este archivo digital podría convertirse en el mayor escándalo del Partido Socialista en tiempos recientes, justo cuando las heridas de las primarias de 2017 y la financiación de la campaña de Pedro Sánchez todavía están frescas.
La situación evoca esos thrillers políticos donde lo real supera a cualquier ficción: dos personajes clave, Leire Díez y Javier Pérez Dolset, han confirmado ante el juez que este repositorio existía.
Según sus declaraciones, contenía “información sobre maniobras” y datos recopilados durante años de investigaciones internas y externas.
Todo ello, convenientemente resguardado en la nube, lejos del polvo y las miradas curiosas, pero expuesto al riesgo del hackeo y las filtraciones.
El archivo central: cómo operaba y qué contenía la “cloaca”
El famoso archivo no era simplemente una carpeta más.
Era un “archivo central” con acceso restringido, bajo propiedad de Pérez Dolset. Según sus testimonios, allí se almacenaban carpetas con nombres de todos los partidos políticos; sin embargo, la que ha captado mayor interés es la denominada “Operación PSOE”. Entre los documentos encontrados se incluyen informes sobre actuaciones judiciales, grabaciones de audio e incluso detalles sobre investigaciones abiertas contra figuras cercanas al presidente, como su esposa.
El contenido de esta carpeta no solo ha puesto en aprietos al PSOE; también ha revelado prácticas éticamente cuestionables relacionadas con la recopilación de información.
El espionaje y las maniobras para influir en investigaciones judiciales parecen ser parte del día a día. En la nube también había datos sobre la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y fiscales de la Audiencia Nacional, lo que ha llevado a la Fiscalía a abrir diligencias para evaluar el alcance del material almacenado.
De la nube a los tribunales: el “hackeo” y las versiones encontradas
La revelación pública de esta carpeta proviene de un supuesto hackeo. Díez lo denunció ante la Policía Nacional tras detectar accesos no autorizados al Google Drive que compartía con Pérez Dolset. La exmilitante socialista sostiene que alguien adquirió contraseñas y sobornó a miembros de su equipo para acceder a los archivos; una versión inverosímil que Dolset ha corroborado ante el juez. Las sospechas apuntan tanto a un error humano como a un ataque cibernético; lo cierto es que la información terminó siendo publicada y amplificada por medios digitales, generando un verdadero terremoto político.
Mientras tanto, Díez y Dolset han intentado matizar su responsabilidad, enfatizando que entre las “víctimas” había personas de todos los partidos políticos. Aseguran que recopilar datos era parte de un ejercicio periodístico y una forma de defensa ante presuntas persecuciones judiciales. Sin embargo, el juez instructor no acepta esta justificación y continúa con las pesquisas por posibles delitos de cohecho y tráfico de influencias.
Las dudas sobre la financiación de Sánchez y el rol de Bancal de Rosas
El asunto relacionado con esta carpeta secreta se conecta con otra gran incógnita reciente: cómo se financió la campaña de Pedro Sánchez durante las primarias socialistas en 2017. La declaración del delegado del Gobierno, Francisco Martín, no ha aclarado nada sobre el papel desempeñado por la plataforma Bancal de Rosas, presidida por él mismo y encargada de recaudar fondos para Sánchez. Los interrogantes sobre si esas donaciones fueron legales o si hubo transparencia en las cuentas siguen sin respuesta; mientras tanto, el escándalo conocido como “Operación PSOE” añade más presión e incertidumbre sobre el origen y manejo del dinero recaudado.
Entre las preguntas aún sin respuesta destacan:
- ¿Quiénes tenían realmente acceso al archivo central y bajo qué circunstancias?
- ¿Se utilizó esa información para influir en investigaciones judiciales o desacreditar rivales internos o externos?
- ¿Cuál era el vínculo entre el equipo de Díez y Dolset con los líderes socialistas? ¿Hasta dónde llegaban sus órdenes?
- ¿Existen conexiones directas entre la recopilación de información y cómo se financió la campaña electoral de Sánchez?
Ferraz bajo sospecha: implicaciones y reacciones
La investigación ha salpicado a figuras clave dentro del partido como Santos Cerdán, quien era secretario de Organización entonces, así como Antonio Hernando, director adjunto del Gabinete de Presidencia.
Ambos han sido mencionados en declaraciones ante el juez como partícipes o informados acerca de reuniones donde se entregó documentación sensible.
Desde el PSOE sostienen oficialmente que todo el material fue entregado a Fiscalía “sin abrir”, pero los audios filtrados junto con mensajes cruzados entre los implicados pintan un cuadro bastante diferente: uno marcado por luchas internas, espionaje y desconfianza.
Por si esto fuera poco, el caso Villarejo junto con grabaciones relacionadas con las famosas saunas del suegro de Sánchez han añadido un toque casi dramático a esta historia; hay acusaciones cruzadas sobre escuchas ilegales e insinuaciones acerca de órdenes directas para «limpiar» tanto a la UCO como al Ministerio Público.
En Ferraz reina una atmósfera cargada; hay miedo a nuevas filtraciones e inquietud por si esta investigación acabará alcanzando niveles más altos dentro del partido.
Curiosidades e información interesante
- El pendrive entregado por Leire Díez a los servicios jurídicos del PSOE contenía 224 gigabytes distribuidos en 51 carpetas, incluyendo datos sensibles sobre fiscales, jueces y miembros del cuerpo policial.
- La carpeta “Operación PSOE” existe desde 2021; sin embargo, Díez afirma haber accedido a ella en 2024, justo antes del estallido político.
- Dentro del contenido figuran informes relacionados con la UCO, el fiscal jefe Anticorrupción y el juez Peinado; esto ha llevado a un exhaustivo análisis por parte tanto de Fiscalía como UCO.
- Todo este episodio ha provocado que algunos en Ferraz hagan bromas acerca de si esto es más bien un «archivo X» dentro del ámbito político español donde realidad y conspiración parecen bailar juntas sin pudor alguno.
Y mientras tanto, miles de archivos permanecen suspendidos en esa nube esperando que tanto el juez como la opinión pública decidan si son pruebas concluyentes del juego sucio… o simplemente otra cortina de humo más dentro del entramado político nacional.
