Todos pringados y parece que sin escapatoria.
La Audiencia Nacional ha revolucionado los registros contables del PSOE con una instrucción que resulta inapelable.
El juez Ismael Moreno, encargado de la parte sobre pagos en efectivo relacionada con el caso Koldo, ha desestimado de manera rotunda los intentos del partido socialista por restringir el alcance de su pesquisa.
En su resolución, ha dejado claro que el PSOE debe proporcionar un listado completo de todos sus pagos en efectivo realizados entre 2017 y 2024, «sin importar quién sea el destinatario».
Este dictamen judicial marca un antes y un después en la investigación.
Los socialistas habían solicitado al magistrado que precisara si solo debía facilitar información acerca de los pagos efectuados a los implicados en el caso Koldo —es decir, José Luis Ábalos y su asesor Koldo García—, pero Moreno ha sido categórico: la solicitud abarca «todos los cargos, trabajadores, simpatizantes o voluntarios» que hayan recibido dinero en metálico de las arcas de Ferraz.
No hay excepciones ni matices. Esta amplitud en el requerimiento sugiere que la investigación se ha extendido más allá de la trama inicial y apunta hacia una práctica sistemática de pagos en efectivo dentro del partido.
El rechazo del juez a las argumentaciones socialistas revela también las tácticas dilatorias empleadas por la formación liderada por Pedro Sánchez. El PSOE había alegado que solicitar los abonos de todo el personal podría dar lugar a «una investigación prospectiva» y vulneraría «la libertad ideológica» de quienes recibieron esos pagos.
Argumentos que Moreno ha desechado con una claridad innegable. El intento de Ferraz por limitar la información al círculo más cercano a Ábalos ha fracasado estrepitosamente, dejando al descubierto una inquietud palpable: ¿qué más se oculta tras esos sobres?

El dinero en billetes: casi un millón de euros sin explicación
Las cifras manejadas por la investigación son lo suficientemente reveladoras como para justificar las inquietudes de los jueces. El PSOE admite haber retirado del banco nada menos que 940.388 euros en efectivo entre marzo de 2017 y diciembre de 2024. Ocho años repletos de extracciones de dinero en billetes para un partido político que, supuestamente, opera mediante transferencias bancarias y comprobantes contables como cualquier institución moderna.
No solo es preocupante la cantidad; lo verdaderamente alarmante es la falta de claridad sobre su destino. De esos casi 940.000 euros, el PSOE únicamente ha justificado alrededor de 190.000 euros en supuestas liquidaciones a Ábalos, Koldo García, Santos Cerdán y el conocido «equipo de Secretaría de Organización».
Esto implica que 750.000 euros permanecen sin rastro. ¿A dónde fueron? ¿Quién los recibió? ¿Con qué finalidad? El partido socialista no ofrece respuestas concretas. Expertos contables consultados han calificado la documentación presentada por el PSOE como «una prueba preconstituida, sesgada e incompleta», lo cual significa, en términos sencillos, que el partido ha mostrado únicamente lo que le convenía.
Esta falta de transparencia es especialmente preocupante si se considera que el propio Pedro Sánchez reconoció en el Senado haber cobrado bajo esas condiciones, «siempre tras presentar las facturas correspondientes». Su nombre debería figurar, entonces, en el listado que Ferraz tiene que entregar al juez. Pero aquí surge una pregunta incómoda: si Sánchez recibió pagos en efectivo, ¿aparecerán en el informe final presentado por el partido? ¿O será necesario que el juez lo solicite explícitamente?
Sánchez, Salazar y otros capos: la lista de los que cobraban sobres
La trabajadora del área de Secretaría de Organización del PSOE, Celia Rodríguez, compareció ante el Tribunal Supremo y ofreció un testimonio explosivo. Cuando se le preguntó quiénes cobraban sus gastos personales en efectivo, mencionó a cuatro nombres: José Luis Ábalos, Koldo García, Santos Cerdán y Paco Salazar. Este último resultó ser especialmente incómodo para la dirección del partido debido a las denuncias por acoso sexual presentadas contra él, luego desactivadas por la propia organización socialista.
Según declaró Rodríguez, Salazar «completaba sus liquidaciones» para recibir sus abonos en cash. Aunque no pudo recordar más nombres a pesar de la insistencia del juez para ampliar su declaración. Sin embargo, queda flotando una pregunta evidente: si estos cuatro nombres han salido a relucir, ¿cuántos más podrían estar involucrados sin haber sido mencionados aún? La orden del juez Moreno para obtener un listado completo sobre pagos entre 2017 y 2024 promete arrojar luz sobre esta cuestión.
Es relevante mencionar que Salazar estuvo cerca de convertirse en adjunto a la Secretaría de Organización, lo cual habría consolidado su posición dentro del partido. Las informaciones sobre sus problemas conductuales surgidas en julio a través de medios digitales frustraron su ascenso y llevaron a su baja del PSOE. Un episodio que ilustra cómo la organización socialista maneja internamente asuntos delicados; frecuentemente sin transparencia y con criterios más enfocados hacia proteger su imagen que hacia esclarecer los hechos.
La práctica de los sobres: ¿cultura organizativa o blanqueo de capitales?
Uno de los aspectos más polémicos dentro esta investigación es la existencia física de sobres con dinero efectivo; documentos acompañados por fotografías donde se observa el membrete del PSOE y cantidades visibles a través de ventanillas transparentes. Un sobre concretamente datado el 26 de junio de 2019 contenía 2.928,26 euros destinados a Koldo García. Este detalle no es menor; supera ampliamente el límite legal establecido para operaciones metálicas según la ley contra el blanqueo.
La normativa es clara: desde 2021 no se pueden realizar pagos en efectivo cuando alguna parte actúe como empresario o profesional si supera los 1.000 euros. Antes era hasta 2.500 euros. El pago realizado a Koldo García infringe esta normativa. Además, hay constancia también sobre otros pagos realizados a Ábalos en junio de 2018 por un monto total de 3.118 euros también contraviniendo dicha ley. Irónicamente fue bajo José Luis Rodríguez Zapatero cuando se impulsó esta legislación en 2009; posteriormente fue Pedro Sánchez quien decidió rebajar aún más ese umbral.
El PSOE ha intentado justificar estas transacciones alegando que pertenecían a una «cultura organizativa» arraigada donde toda la cúpula utilizaba este sistema. Según esta versión oficializada, los sobres no solo contenían gastos personales sino también compensaciones para colaboradores y miembros del equipo. Cuando uno se pregunta cómo superó ese pago a Koldo García el límite legal es porque supuestamente incluía gastos adicionales relacionados con su equipo laboral. Sin embargo, esta explicación no zanja lo esencial: ¿por qué un partido político tan influyente como el PSOE necesitaba retirar casi un millón euros efectivos durante ocho años?
El acoso del juez a los secretos de Ferraz
El juez Moreno ha demostrado una determinación notable al seguir cada detalle relacionado con esta operativa financiera. La resolución donde rechaza las argumentaciones del PSOE no es simplemente otro trámite judicial; es un mensaje claro indicando que la investigación irá más allá superficialmente hablando. El magistrado ha puesto especial énfasis en «el movimiento monetario dentro Ferraz para todos sus cargos, militantes y simpatizantes sin excepción entre 2017 y 2024».
Esta amplitud indica claramente que Moreno sospecha que las prácticas relacionadas con pagos efectivos eran mucho más comunes dentro del partido socialdemócrata hasta ahora admitido públicamente por ellos mismos. Que haya desestimado expresamente invocaciones sobre «libertad ideológica» como justificación para restringir información indica su creencia respecto al uso como excusa para ocultar datos relevantes; interpretando así cualquier intento como una maniobra encubridora.
La estrategia impulsada desde Ferraz intentando facilitar solo datos relativos a Ábalos y García bajo pretextos políticos ha quedado completamente desarticulada. Lo que buscaba ser un movimiento estratégico terminó convirtiéndose en un bumerán amplificando enormemente alcance investigativo.
