MADRID, 1 (OTR/PRESS)
Al Qaeda vuelve a centrar su mirada en España y Francia. Esta vez a través de un vídeo en el que el lugarteniente de Osama Bin Laden, Aymán al Zawahiri, amenaza a ambos países y reclama los territorios de Al Andalus. Al Zawahiri se dirige a los miembros de Al Qaeda en el Magreb, los mismos que tienen secuestrados a los tres cooperantes españoles, y les anima a «desinfectar» el Magreb de los «infieles», identificados con los españoles y los franceses.
El mensaje, subtitulado en inglés, muestra a un al Zawahiri en tono amenazante, mirando directamente a la cámara y pidiendo a los musulmanes que estén junto a sus hijos, los muyahidines. En el vídeo se les muestra, además el territorio que han de conquistar, apareciendo un mapa de la Península Ibérica en la que se extiende una mancha de conquista que se extiende más allá de los Pirineos, bajo el nombre de Al Andalus. También se intercalan imágenes de la Mezquita de Córdoba y de la Alhambra de Granada con imágenes de Bin Laden y los suyos con la bandera negra del Islam.
Cabe recordar que, desde sus primeros comunicados, Bin Laden y su grupo de fanáticos yihadistas de Al Qaeda han invocado, una y otra vez, su deseo de recuperar Al Andalus, el sur de España que llegó a ser gobernado por los musulmanes hasta la reconquista, entre los años 711 y 1942, exactamente.. Al Andaluz sigue siendo la gran obsesión de los yihadistas, que sueñan con reconquistarlo, expulsando a sus habitantes, «los infieles» andaluces.
Como recuerda Wikipedia, de Google, tras la invasión musulmana de la península, Al-Andalus se integró inicialmente en la provincia norteafricana del Califato Omeya, para más tarde convertirse en un emirato y posteriormente en un califato independiente del poder abasí. Con la disolución del Califato de Córdoba en 1031, el territorio se dividió en los primeros reinos de taifas, período al que sucedió la invasión de los almorávides, los segundos reinos de taifas, la invasión de los almohades y los terceros reinos de taifas. Con el avance de la Reconquista iniciada por los cristianos de las montañas del norte peninsular, el nombre de Al-Andalus se fue adecuando al menguante territorio bajo dominación musulmana, cuyas fronteras fueron progresivamente empujadas hacia el sur, hasta la toma de Granada por los Reyes Católicos, en 1492, que puso fin al poder islámico en la península Ibérica.
Para los musulmanes, aquella fue una época de la mayor gloria y esplendor, y no han dudado en reclamar su regreso a aquellas tierras y a los avances. La cultura andalusí alcanzó un alto nivel, hasta el punto de que Al-Andalus se convirtió en referencia para el resto del mundo islámico. El árabe se impuso como idioma culto, aunque gran parte de la población empleaba lenguas romances o hebreo. Esta diversidad lingüística se reflejó en la literatura. Y Al Andalus fue modelo a imitar en otros puntos del Globo en los que gobernaron los musulmanes de aquellos tiempos por su avanzado grado de civilización y sus adelantos técnicos, agrarios o médicos, entre otros muchos.
