José Luis Gómez – A vueltas con España – Zapatero, sin receta económica


MADRID, 17 (OTR/PRESS)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se muestra firme en su intención de mantener los compromisos sociales, a pesar de la crisis. Abaratar el despido no es el camino para crear empleo, sentencia en una entrevista que publica el diario El País, donde señala a su principal adversario, Mariano Rajoy, como el portavoz político de la teoría de abaratar el despido en España. Para Zapatero, el camino no es ése, sino crecer económicamente, ser competitivos, innovar, elevar la formación y la educación… ése es el camino. Pero al menos en la entrevista no da la receta. ZP no explica cómo se consiguen esos objetivos que a buen seguro comparte Rajoy, quien a su vez tampoco destaca por sus recetas contra la crisis y el desempleo, de ahí que uno y otro apenas desaten confianza entre la gente de la calle, según observan las encuestas. La crisis de España es económica, pero también política.

Muy en síntesis, Zapatero asocia la recesión y el paro de España a dos factores: la crisis inmobiliaria y el crack financiero internacional. Cree haber adaptado su política al nuevo escenario financiero y admite que lo que no hizo fue ir al rescate del sector inmobiliario, que es el que ha generado más destrucción de empleo. También intenta explicar que no hubiese aceptado antes que España estaba en crisis y al hilo de eso confiesa que quien gobierna tiene la responsabilidad de lanzar mensajes de estímulo al país. Por momentos se defiende como gato panza arriba. Un botón de muestra: en materia de empleo –dice el presidente– todavía vamos a tener dificultades, «datos no buenos». Y añade: «Vamos a ver si a partir del verano, de primavera-verano, empezamos a equilibrar la capacidad de crear empleo». Por eso asegura que mantiene la ilusión: «En cuanto veamos la recuperación, en cuanto los ciudadanos la sientan, claro que se recuperará la confianza».

Las rentas de Zapatero están ahí –«siendo presidente del Gobierno llegamos a la tasa más baja de paro de la historia de nuestro país»–, pero ya no venden en estos tiempos. Quizá por eso se aferra a su política social: «Siempre he apostado por una respuesta social a la crisis y una salida social de la crisis». La hucha se vacía pero aún tintinean algunas monedas. Como dice Zapatero, España es un país que tiene una deuda todavía baja, aunque está creciendo y hay que controlarla, pero que está 20 puntos por debajo de la media europea. O sea que, según ZP, hay elementos para tener tranquilidad. Pero tirar de la deuda puede ser un parche transitorio, no un remedio indefinido a un grave problema de crecimiento económico. España tenía un modelo económico, basado en sol y ladrillo. Queda el sol.

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