Este 18 de febrero de 2015, escribe Joan Tapia en El Confidencial una columna titulada ‘Fatiga de materiales en el independentismo’ en la que arranca diciendo:
La semana pasada, tras su comparecencia en la comisión de investigación sobre Jordi Pujol, escribí que Artur Mas seguía vivo pero «tocado». Y en los ochos días transcurridos la impresión se ha ido confirmando. Mas sigue batallando, pero abusa del bla-bla-bla y a veces empieza a parecer un disco rayado. Además, los conflictos le crecen y parece estar algo sitiado.
Añade que:
En el fondo Artur Mas teme que Duran Lleida -justificado por el independentismo de CDC y por el pacto con ERC- pueda montar una lista propia que atraiga al catalanismo moderado y reacio al independentismo.
Y concluye que:
Mas sigue, pero está rodeado. Por la comisión Pujol, por el no de Junqueras a la lista única y por el coste del divorcio con Duran Lleida. En el independentismo empieza a haber fatiga de materiales.
