Lo que cada cual haga en el ámbito de su intimidad personal carece de interés. Sin embargo, la expresión de la sexualidad si puede ser una cuestión de orden público. ¿En qué contextos es la expresión de la propia sexualidad una cuestión de orden público? Debiera parecer obvio que es cuando esa expresión de la sexualidad personal tiene impacto en el orden social, cuando afecta a la libertad ajena, sea individual o colectiva, y/o cuando vulnera las leyes y perjudica el presupuesto público. Su expresión mas relevante es cuando se manifiesta en el tráfico de influencias. Un delito que nunca aparece singular o aislado si no en concurrencia con estafas societarias, perjuicios a la hacienda pública, conflictos de interes, y blanqueo de capitales, cuando no con el homicidio o el asesinato. Como se consagra en la Constitución, la preferencia de un candidato sobre otro a una plaza pública o, para el caso, el concurso de una entidad a un proyecto público debe respetar los principios de igualdad, mérito, competencia e imparcialidad en la selección de un candidato, o de competencia técnica y económica en condiciones de igualdad, publicidad y transparencia en el acceso a un concurso y a una asignación presupuestaria. Con mas de 1000 asesores, Sánchez se mea de la risa en estos principios. El enemigo de la ciudadanía y el enemigo del Estado está representado por quien se inmiscuye e intermedia entre las necesidades sociales y la capacidad ilimitada de recursos de quienes administran, de hecho, el Estado, a su favor.
El Art. 103.1 de la CE señala que la Administración Pública debe servir a los intereses generales con competencia y objetividad. En ese proceso de intermediación delictiva cualquier acción cabe, cualquier recurso puede ser expoliado en su favor por el delincuente. No hay, a este respecto, delitos mayores o menores, y tanto dá que Grande-Marlaska coloque a su chico, como que Abalos, Cerdán y Koldo coloque a su chica, como que otros se lucren con la extorsión o el chantaje. No hay actores menores que puedan quedar eximidos de culpa como si la magnitud del delito fuera distinta. Se trata de una mafia, de una organización criminal donde impera la omertá. En el Lazarillo, el ciego descubre cuando es engañado por que el Lazarillo consiente cuando calla que el ciego tome tantas uvas como quiera sin respetar ni cuantía ni turno. Puede descubrirse en cualquier caso que existen historias personales mas abyectas que otras a ambos lados del espectro de la identidad sexual, pero es seguro, que ninguna de estas historias puede suscitar interés alguno como tal a menos que revele algo esencialmente lesivo para la sociedad y la cultura. Y en ello no hay asunto menor. La sexualidad humana es tan compleja en su expresión psíquica que dificilmente se debería convertir en bandera política como es usual ante la celebración del Orgullo. Resulta tan vulgar y ridícula esa bandera como la de atribuir talento a quien confunde identidad sexual y sexualidad, y sexualidad desviada con inteligencia y reflexión. No tiene nada de creativo ni inteligente poner el culo o la polla. No hay nada como envolverse en una bandera islámica, en una bandera LGTBQ+, o en una bandera socialista para excluirse de la crítica social apelando a la doctrina del fango y el odio, un juicio penal anticipado de presumibles intenciones ajenas.
Cualquier forma de tráfico de influencias vulnera los principios constitucionales en su manifestación social, y produce hastío y aburrimiento en el ciudadano que se percibe inerme frente a mafias y colectivos que concitan en su beneficio el concurso del Estado. La expectativa del ciudadano es competir en igualdad de condiciones frente a quien se vale del Estado para parasitarlo. ¡Sigue la ruta del dinero!, ¡sigue la ruta de quien se beneficia para determinar la culpabilidad!. La intrahistoria del caso, los motivos bastardos y fútiles del delincuente que parasita las instituciones tienen en Sánchez a su jefe. Pero Sánchez es un hombre honrado y no sabía nada.
El júbilo, por tanto tiempo, de Abalos se revela en su trayectoria. Nieto de un guardia civil e hijo de un torero –Heliodoro Ábalos (Carbonerito)– ha sabido lidiar en muchas plazas: primero ayudó a su padre en una fábrica de muñecas y, posteriormente, se dedicó a la política, y hacer de sus hembras, muñecas de carne y hueso. La última de estas hembras sagaces, Anaís, se encargaba de limpiar la casa y pasear a los perros con un dispositivo políticamente sensible escondido en sus mas íntimas partes. A Abalos le crecen los enanos y se exculpa autodenominándose gilipollas. ¡Que pida perdón revelando quien mandaba en los ingresos del partido!. El alcance de sus desvelos alcanzan a su propia esposa oficial María del Pilar Aguado y a sus dos hijos habidos con ella, hoy investigados, Victoriano y Tatiana Ábalos. María África Martínez, segunda esposa y madre de su tercer vástago, también está bajo la lupa. Contratada por la ONG Fundación Internacional para el Desarrollo Local y Social (FIADELSO), disfruta en la retribución que recibe de los más de cinco millones de euros de subvenciones del gobierno de Bambi Zapatero. FIADELSO extiende sus largas manos a la tenencia y posesión de propiedades de las perlas mas preciadas en Perú. Como Zapatero y Sánchez de Delcy Rodriguez. La tercera mujer Carolina Perles Miñana, madre de sus cuarto y quinto hijos, también alcanzó a disfrutar de su condición de tesorera y vocal de la ONG, en tanto su suegro Mario Perles ejercía de secretario del patronato. Las estafas y las oenegés son vasos comunicantes. Más tarde Carolina Perles Miñana obtuvo un puesto de confianza en la Delegación del Gobierno en Madrid, que entonces dirigía José Manuel Rodríguez Uribes. En 2021 iniciaron los trámites de divorcio. Pero Sánchez es un hombre honrado y no sabía nada.
Desde 2019 mantiene una relación con Jessica Rodríguez, amante reclutada a través del catálogo de Koldo. Entre el 1 de marzo de 2019 y el 28 de febrero de 2021 Jessica figuró como «desempleada» en Ineco y desde el 2 de marzo de 2021, en nómina en Tragsatec, dependiente de la SEPI, sin moverse de su domicilio. Méritos le sobraban para no pisar la oficina. Acompañó al ministro en 33 viajes, a dieta de 1500 € por desplazamiento, que pagaba Koldo, y vivió de alquiler en la Torre de Madrid como vecina del humorista David Broncano, con una renta de 2700 € mensuales que, hasta marzo de 2022, abonaba puntualmente una empresa de Víctor de Aldama. Tras tantos desengaños, Ábalos volvió a los álbumes de Koldo y aparecieron Carlota y Ariadna, mientras aún mantenía pseudo-relaciones con Carolina Perles y Jessica Rodríguez. Los servicios de La Moncloa no vigilaron la actuación de su ministro hiperfeminista, siendo que Sánchez espía hasta a su sombra. Pero Sánchez es un hombre honrado y no sabía nada.
Recorridos e itinerarios servidos por Koldo quien planificaba, mientras Ábalos fornicaba. En un acto de precampaña en Bailén (Jaén), un 13 de abril, Koldo consultó su «mapa de descargadoras de fluidos» y verificó su disponibilidad. Y hete aquí una apasionada hembra colombiana clitoridiana, capaz de fundir en negro al amante Abalos. Todos los caminos conducen al OnlyFans de Ferraz. A otra pareja oficiosa, la malagueña Andrea de la Torre, la empleó en Logirail; tras una fiesta en mayo de 2021 decidieron convivir. Coincidiendo con el romance, Andrea fundó la inmobiliaria Galvanostudio S.L. en septiembre de ese año y la mantuvo hasta finales de 2024. Otra relación más amistosa cuajó con Claudia Montes —ex Miss Asturias 2017— a quien conoció en un único acto del PSOE. Dada la falta de cómplices estables en la tierra de Barbón, se tramitó su incorporación a Logirail en Gijón, filial de Renfe dirigida por José Luis Cachafeiro. Nicole Neasccu, ex madame del club Olimpo de Burlada en Navarra y antigua conocida de Koldo, fue contratada por Emfesa en 2021, otra entidad pública. Melissa, por su parte, fue empleada en el Ministerio de Transportes. Una saga interminable que tiene entre sus filas a la peruana Jénifer Balta Cueva, que gestiona un inmueble presuntamente a nombre de Ábalos en Chimbote (Perú), adquirido en los tiempos de FIADELSO. La agenda de Koldo incluye a Ely, Tatyy, Iris, Alini y otra Ely, con etiquetas como «brasileira», «amiga de Brasil Murcia», «brasileña», «Brasil amiga linda» o «brasileña amiga». Cuando aparece Anaís en su condición de «mula» de los discos duros de Abalos, nueva evidencia amenaza con desvelar las conversaciones mantenidas con el puto amo. Pero Sánchez es un hombre honrado y no sabía nada. Y sigue sin saber nada.
