Los derroches de Puig
Podría y debería llamarse estafa, porque el quebranto económico es superlativo, pero ocurre que es legal y además iba en el programa. Los votantes, o un gran número de ellos, votan con los pies. La televisión valenciana no hacía ninguna falta, ni tampoco ninguna otra televisión regional, por la incontestable razón de que no están al servicio de los ciudadanos, sino del poder de cada lugar. Los ciudadanos pagan y los políticos mandan. Los votantes valencianos dieron por bueno el proyecto de reabrir la televisión regional, pero luego no la ven. La gente vota al buen tuntún y con el ...