¡Tin, ton! Rodríguez Zapatero, el presidente del país con la mayor tasa de paro, tanto de la Unión Europea como de todos los países de la OCDE, está a punto de intervenir en la reunión del G-20 de Seúl, para darles lecciones a los veinte sobre cómo combatir el paro… Los veinte, por supuesto, se han descojonado todos/as de esta iniciativa de nuestro presidente y prometen que no se perderán su intervención. Se han agotado las entradas, vaya. “Esto va ser mejor que una actuación de Mr. Bean y Chiquito de la Calzada juntos”; ha manifestado uno de los veinte presidentes/as, de no muy caritativas intenciones.
¡Ton, tin! En el Sahara está a punto de estallar una guerra civil; y la ministra de Exteriores española, Trinidad Jiménez, se encuentra en Bolivia haciendo la india disfrazada de indígena. Los indígenas, por sus partes, han dicho que ellos no son tales, sino “pueblos ancestrales”. Pues vale, pues muy bien. A la ministra, por cierto, le queda fatal el poncho.
–¡Machista!
¡Tun, tun! La ministra Jiménez, alias Trini, ya ha dejado de hacer la india en Bolivia, para trasladarse a Ecuador a lo mismo. De entrada le ha regalado un millón de euros a su presidente don Correa, disfrazada de Reina Maga. Ah no, disfrazada de Santa “Klausa”. Este millón de euros de nada, es una primera entrega… Más adelante habrá más. Y se trata de un proyecto medioambiental, para evitar que Ecuador explote el crudo existente en una selva y una cosa. Cuando se acaben los millones de euros que manda y mandará España, pasado mañana o incluso
antes, los ecuatorianos explotarán tan ricamente el crudo de tal selva. ¿O no? ¡Si es que a pendejos, no les gana nadie a este Gobierno!
El ministro de Exteriores ecuatoriano que se llama Ricardo Patiño, para corresponder a tanta generosidad de nuestra ministra con el dinero de todos los españoles, le ha exigido a Trini que el Gobierno de España estudie fórmulas “imaginativas” para poder ayudar a los ecuatorianos residentes aquí que no pueden atender el pago de hipotecas por haber perdido su trabajo. ¡Pues claro! ¡Faltaría más! Enterado del asunto el venezolano Chávez, le ha dicho a Trini que lo que tiene que hacer Zapatero es expropiar los bancos, y dejar sin efecto las hipotecas contraídas por los ecuatorianos. Aunque ahora ya Chávez no habla de expropiaciones, sino de “adquisiciones forzosas”; que no dejan de ser lo mismo.
¡Tan, tan! Hugo Chávez, que vuelve a salir en esto, se quiere meter en el negocio de los coches de carreras. Va a aportar 12 millones de dólares a la Fórmula 1, para que un piloto venezolano, a lo mejor cuñado suyo, pueda correr en los mundiales junto a Fernando Alonso. De forma que el régimen de Chávez pasará de ser chavista, a ser chapista.
¡Tin, tin! El PSOE ha reunido a todos sus barones regionales, no tienen ninguna baronesa regional a pesar de su perreta igualitaria, para ponerse de acuerdo en una “nueva agenda social”. Uno de los aspectos más novedosos de tal agenda, quizás el único novedoso, es que el Gobierno quiere “dar atención personalizada a los desempleados”. O sea:
–¿Zapatero…? ¿Sí…? Pues mira, que estoy en paro y quiero la atención personalizada tuya… ¿Cómo que si estoy estudiando? Pues claro, ¡faltaría más!; precisamente estoy sacándome el carnet del PSOE, a ver si me enchufas, ¡no te jode! ¿Cómo que no me ponga así? Es que tienes cada cosa… Ya… O sea que, como estoy estudiando, resulta que según tú no estoy en paro sino “trabajando para España”. Pues vale. Magnífico. O “manífico” que diría Pepiño Blanco. Yo no puedo creer, presidente, que todas estas chorradas se las vayas a decir a los presidentes y presidentas del G-20. Que sí… ¿Pero tú no tienes vergüenza, carajo? ¡Mándate una papa, Zapatero!
¡Ton, ton! Última hora: Trini Jiménez se fue de “acampada” con los aymaras, disfrazada con un poncho rojo. Las mujeres “cholas” la rociaron de pétalos de papel blanco y amarillo, le colgaron un collar de flores y le ofrecieron un trago de cerveza local. Después se fue a bailar, digo a pasear, al son de flautas y tambores, con el Chopehuanca. El Sahara arde, y nuestra ministra de Exteriores de fiesta. Muy bien. Y Zapatero también, claro está.
