La descubrimos como stripper en ‘Crónicas Marcianas’ y pronto, Sandra G, se ha convertido en una de las estrellas porno más rutilantes de nuestro país. Poco después de ser madre, la actriz de cine X, se ha operado el pecho y lo muestra a la revista ‘Primera Línea’ hablando, sin tapujos de su vida íntima.
No siempre el mejor sexo es el más sucio.
Este es el titular de la entrevista que la revista para adultos ‘Primera Línea’ le ha realizado a Sandra G en el número de febrero de 2013. La publicación celebra así, el regreso de la actriz al mundo del porno, tras un durísimo embarazo
Llegué a engordar 22 kilos y sufrí un parto de 14 horas
Comenta la stripper, que se inició en el mundo de la pornografía de la mano de los famosos hermanos Lapiedra. Sandra G recuerda para ‘PL’ sus intentos infructuosos por rodar una escena X durante el embarazo:
Mi idea era rodar algo con mi preciosa barriguita y mis inmensos pechos pero ninguna de las productoras con las que hablé se decidió a hacerlo. Aún así, seguí con mis shows privados en la webcam de Actrices del porno casi hasta el último día.
Tras el parto, Sandra G ha remodelado su cuerpo y asegura que:
He recuperado la línea, me he puesto en forma y me he operado el pecho para sentirme guapa y bien conmigo misma.
Dice estar dispuesta a regresar «a lo grande» a su profesión, aunque le gustaría hacer unos cambios.
El porno convencional me excita cada vez menos. Las mejore pajas me las hago co la serie Spartacus. Me ponen esas orgías entre esclavos, aunque no muestren sexo explícito. Como las mayorías de las mujeres, estoy un poco harta del porno basado en enculadas agresivas y sexo muy crudo y genital, con hombres que insultan a sus parejas o les escupen en la boca.
Me gustaría volver a rodar escenas de alto contenido erótico. (…) Tampoco es que esté embarcada en una cruzada para cambiar el mundo del porno, pero sí me gustaría decir que a las mujeres no nos excita que nos penetren hasta el fondo con pollas enormes como si dentro estuviésemos secas (¡Nos duele!) , ni que nos metan los dedos en la boca hasta provocarnos arcadas. Es molesto , y ni siquiera, creo que resulte estético.
Si me diesen la oportunidad, les demostraría que no siempre el mejor sexo es el más sucio.
Además, Sandra G dice tener una vida muy «normal», que simplemente es una «madre primeriza que cuida a su niño», que colabora con una protectora de animales, que es muy sensible y que aunque no le interesa el porno extremo:
Me pone el rollo BDSM
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