Por José María Arévalo

( Granja de Jaramiel en Piñel de Abajo . Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)
Vimos la semana pasada el Humilladero de San Sebastián, en Pesquera de Duero, hoy convertido en almacén, y nos acercamos ahora a Piñel de Abajo para ver El Granero o Granja de Jaramiel, de monjes Bernardos de Santa María de Valbuena, que ha terminado siendo utilizado como gallinero; y lo vemos de la mano de las explicaciones que nos da el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”, de los arquitectos vallisoletanos Juan José Fernández Martín, Francisco Pedro Roldán Morales, José Ignacio Sánchez Rivera y Jesús Ignacio San José Alonso, que venimos reseñando. Seguimos todavía dentro del Partido judicial de Peñafiel.
Piñel de Abajo
El Granero o Granja de Jaramiel, de monjes Bernardos de Santa María de Valbuena
En el término municipal de Piñel de Abajo, valle del arroyo Jaramiel (Cart. Militar de España: Hoja 17-14, 1/50.000, «Esguevillas de Esgueva», del Servicio Geográfico del Ejército, año 1986. Cuadrícula 400 4618. Figura rotulado «Caserío de Moyano») , existió un despoblado que, merced a los diversos propietarios que ha tenido a lo largo de su muy larga historia, ha recibido también varios nombres. Así, se llamó El Castro, luego Xaramiel, nombre del arroyo que en sus inmediaciones nace, fue después la Granja del Monasterio de Santa María de Valbuena, simplemente La Granja, y también El Granero, para terminar llamándose Dehesa de Jaramiel o Caserío de Moyano, por ser su propietario el Sr. Moyano, Diputado provincial hacia 1900.
Se conoce su existencia en época romana por la aparición de una lápida sepulcral del siglo I (Catálogo Monumental, Peñafiel, p. 201). De época visigoda es la estela funeraria que sirve de cimiento a una casa en la calle Real de Piñel de Abajo. Su vida languidece a finales del siglo VII y se recupera con la repoblación de la orilla norte del Duero en el siglo X, conociéndose entonces como el poblado de El Castro de Jaramiel (J. A. ARRANZ MíNGUEZ et al. p. 11). Se trataba de un poblado de repoblación cerca de la frontera del Duero que tuvo muralla y atalaya en el borde del cercano páramo. Es un tipo de poblamiento frecuente en la región y se han hallado vestigios similares en Castrillo Tejeriego, Castroverde de Cerrato o Castrillo de Don Juan.
La primera mención documental se refiere a la donación de Quintanilla del Jaramiel por parte de Alfonso VII al monasterio de Valbuena. Era el año 1154 y estaba acumulándose el patrimonio de dotación del monasterio cisterciense que haría a los monjes propietarios de gran parte del valle del Duero y páramos adyacentes. La villa del Castro de Jaramiel pasa a ser simplemente granja, como sucedería con otras.

( Arco en la Granja de Jaramiel, de Piñel de Abajo . Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)
Más adelante, los monjes dejan de ser los gestores directos de estos recursos y los ceden en censo a los vecinos o concejos próximos. De este modo la Granja de Jaramiel, o el Granero, como ya se la conocía, pasó en censo perpetuo al Concejo de Piñel de Abajo en 1436 ( M. VALLEJO DEL BUSTO, p. 253. J. SAN MARTÍN PAYO p. 83: En el inventario parroquial de Palencia de 1345 no figura como parroquia, por ser granja de un monasterio). Fue entonces granja abandenga con alcalde ordinario, estatus que se mantuvo hasta el momento de la Desamortización de los bienes de órdenes religiosas.
Como consecuencia del cambio de propietario se convirtió en despoblado ( P. MADOZ p. 66), término que alude aquí a su falta de entidad jurídica, que se plasmó en la carencia de instituciones públicas, pero que no significa la ausencia absoluta de población. De hecho han morado en el lugar los encargados de la explotación agrícola y los propietarios del terreno hasta la década de 1960.
Actualmente hay casas habitadas estacionalmente en tomo a las ruinas de la iglesia. Una de las casas tiene soportal con columnas labradas, pero que no pertenecieron nunca al edificio religioso que tratamos, sino que vinieron a mediados del siglo XX del patio del castillo de Encinas.

( Ventana de la Granja de Jaramiel . Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)
La iglesia era de una sola nave orientada de este a oeste, conservándose actualmente dos lienzos consecutivos: el hastial de los pies y el costado de la Epístola, donde se abre la puerta bajo arco de medio punto en orientación sur. Está construida en mampostería con labra en las esquinas y arco de la puerta de ingreso.
La mecanización agrícola y la consecuente emigración que ocurrió a partir de 1960 hicieron descender el número de habitantes hasta que los cultos se suspendieron, sobreviniendo entonces la ruina del edificio, que terminó utilizado como gallinero aprovechando los muros perimetrales.
La próxima semana nos acercaremos a la Ermita de San Roque en Rábano, y en San Llorente, a la Iglesia parroquial de Santa María del despoblado de Jarrubias.
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(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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