El extraordinario caso de las gallinas violadas
Antes, cuando al estío climatológico se unía la sequía informativa, se recurría al ‘culebrón del verano’. Atractivas fantasías estivales que permitían rellenar páginas y páginas en periódicos, revistas y televisión. Tanto daba que el culebrón fuera el monstruo del lago Ness (imagínense el interés de la ‘noticia’ para un señor de la Almunia de doña Godina, pongamos por caso) o las inquietantes apariciones de las caras de Bélmez de la Moraleda, provincia de Jaén. En todo caso, el asunto no iba a mayores: todos sabíamos que aquello era un mero pasatiempo; un juego veraniego, fantástico e inocente, sin más pretensiones ...