"Detienen el ansia del mal comportamiento, hasta los más ardientes"
Se vendían como caramelos en farmacias y similares -amén de en tiendas de artículos de broma- en Canadá y EEUU, y las fabricaba a destajo la empresa Laughrat de Toronto, aunque ya no hay manera de encontrarlas.
Son las pastillas ‘Gay Away’, que prometían en su prospecto «curar la homosexualidad» o, lo que popularmente llamaría para enfado de muchos el ‘mariconismo’ – palabra que ha puesto de moda el célebre Mauricio de la serie televisiva ‘Aída’.
Y es que es difícil no tomarse a chirigota el tema, aunque a alguno que otro le ha dado un verdadero soponcio al ver el uso indiscriminado que se estaba haciendo de esta ‘medicina’ en forma de golosina «con sabor a pene» que ni siquiera se sabe qué componentes tiene.
EN LA MOCHILA
Es el caso de un padre de familia, el mismo que ha sido el causante de su fulminante retirada del mercado, tras descubrir y denunciar que su hija de 12 años guardaba una caja en la mochila del colegio ya que tenía miedo de ser lesbiana, tal y como da cuenta la cadena ‘CBC News‘ de Canadá.
Las pastillas de marras decían actuar como si fueran parches de nicotina, es decir, inhibían las ganas de tener relaciones de este tipo:
«Detienen el ansia del mal comportamiento, hasta los más ardientes. La posología que recomiendan, siniestra: «Si transcurrido el tiempo de posología la carne flaquea y todavía te gusta llamar a la puerta de atrás, aumenta la dosis a 4 pastillas al día».
