El mercado nos brinda el último libro del historiador, editor y escritor, Emilio Calderón (Málaga, 1960), ‘Los Sauces de Hiroshima‘ (Ed. Planeta). Con este trabajo, el autor cierra lo que el mismo define como su trilogía asiática, tras ‘El Judío de Shangai’ relato ambientado en China y ‘La bailarina y el inglés’, obra que tiene la India como escenario, y finalista del Premio Planeta.
En esta ocasión, el paraje elegido es Japón, año 1954. En la tierra atomizada por la crueldad de la Segunda Guerra Mundial, ocho supervivientes de ‘Little Boy’, la bomba nuclear que arrasó Hiroshima el 6 de agosto de 1945, serán asesinados en el vagón del expreso ‘Golondrina’ mientras viajaban de Osaka a Tokio, supuestamente requeridos por el Ministerio de Salud Pública.
Una coincidencia que llamará la atención del veterano inspector de Policía, Ichiro Abe, que no dudará en dedicar todo su tiempo a resolver el caso. Una investigación compleja, que a medida que se van sucediendo más asesinatos, irá ganando en intriga y emoción.
Envuelto en la investigación y los asesinatos, Calderón dibuja a través de sus personajes una novela que nos ayudará a conocer el Japón milenario, en el que el amor, la esperanza, el destino o la muerte son conceptos básicos para la confección de la cultura nipona.