La escuadra de gastadores marchaba, como es preceptivo, con el fusil «a la funerala», es decir dirigido hacia el suelo
Los militares que escoltaron el pasado Viernes Santo al Santo Sepulcro en su estación penitencial por las calles de Granada no pudieron acceder a la Catedral al considerar su arzobispo, monseñor Javier Martínez Fernández, que el armamento que portaban no era adecuado para entrar al interior del recinto catedralicio.
Según informó ayer el diario Ideal, así se lo trasladó monseñor Martínez a los representantes de la Real Federación de Cofradías de Granada, que transmitieron la petición a estos soldados, siendo invitados a volver al cortejo procesional una vez abandonada la Catedral de Granada por la Puerta del Perdón.
Ante esta disposición del arzobispo de Granada, el teniente general jefe del Mando y Adisestramiento y Doctrina (Madoc) del Ejército de Tierra, Francisco Puentes, presente en el cortejo procesional de la capital granadina, mostró su asombro, ya que esta situación es habitual en otras ciudades y está permitido por las ordenanzas militares. La escuadra de gastadores marchaba, como es preceptivo, con el fusil «a la funerala», es decir dirigido hacia el suelo.
(Rd/Agencias)