Hace ahora un año, Cortés decidió parar... y en su ausencia cambió la Iglesia. Y lo hizo girando hacia una institución más amable, más alegre, con otra cara... muy parecida a la que él dibujaba
(J. B.).- No es como el turrón, pero casi. José Luis Cortés, el «hermano Cortés», regresa a casa por Navidad. Se había tomado un año sabático, tras publicar con RD-Herder «El ciclo C» y lo cumplió a rajatabla. Se dedicó a viajar y a llenarse de experiencias, que a partir del 1 de enero podremos ver en su nueva sección en RD: «Los universículos».
Hace ahora un año, Cortés decidió parar… y en su ausencia cambió la Iglesia. Y lo hizo girando hacia una institución más amable, más alegre, con otra cara… muy parecida a la que él dibujaba. Y es que, como buen profeta, Cortés se adelantó a su tiempo.
Han pasado muchas cosas en la Iglesia y en la vida de Cortés a lo largo de este año. Ahora, con las pilas cargadas, regresa a su casa y a su espacio. Hoy nos regala un adelanto, una «vuelta» después de tanto tiempo. A partir del día 1 de enero, volverá con sus viñetas diarias, sorprendiéndonos de nuevo, con un proyecto arriesgado y esperanzador: los «Universículos».
¡Bienvenido de nuevo, «hermano Cortés»!