No es la primera vez que demandan al Cardenal Rivera, incluso lo hicieron en Los Ángeles, California, pero siempre ha salido limpio, nunca le han podido comprobar los supuestos encubrimientos
(Guillermo Gazanini).- El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, ha presentado su renuncia conforme a derecho. El proceso natural de la sucesión abre múltiples expectativas por conocer quién será el hombre idóneo y capaz de soportar una cruz tan pesada y grave, apacentar y ser líder espiritual de una de las mayores Arquidiócesis latinoamericanas.
Testigo privilegiado del ministerio episcopal de Norberto Rivera Carrera es el Director de Comunicación Social y vocero de la Arquidiócesis de México, padre Hugo Valdemar Romero (Puebla, 1966). Han sido muchas las situaciones que ha debido afrontar, algunas muy duras y complejas que lo pusieron ante los tribunales cuando grupos antagónicos a la Iglesia trataron de amedrentarlo con infructuosas acciones legales.
A pesar de lo anterior, sus habilidades de comunicador han sido contundentes para proteger la imagen del Cardenal Rivera y para bien de la Iglesia que peregrina en esta parte del mundo. Al padre Hugo pregunté algunos aspectos en relación al ministerio del Arzobispo Primado, los principales problemas que afronta, la posición siempre crítica del semanario Desde la fe de la Arquidiócesis y, sobre todo, el legado de un ministerio que, como afirma el vocero, ha sido muy amplio en diversos frentes ante la eventual sucesión que suscita muchísimas especulaciones.
-Padre Hugo, gracias por aceptar esta entrevista para Religión Digital. El Cardenal presentó su renuncia al llegar a los 75 años de edad, justo al cumplirse 22 años de gobierno pastoral en la Arquidiócesis de México. En general, ¿Cómo se encuentra el estado de ánimo y fuerzas físicas de Norberto Rivera Carrera?
El Cardenal Norberto Rivera se encuentra con un estupendo estado de salud y su estado anímico es muy bueno también. Esto, me parece, surge de su total disposición de aceptar la decisión que tome el Santo Padre, ya sea que continúe al frente de la Arquidiócesis o le sea aceptada la renuncia y llegue su sucesor. El hecho de que él esté en esta libertad de disposición lo tiene muy tranquilo, muy en paz.
-¿Qué balance se podría dar de estos 22 años de ministerio de Rivera Carrera al frente al Arzobispado de México?
Sin duda que muy positivo. Ha sido un episcopado muy largo, 22 años; de hecho, varios de los Arzobispos de México se han caracterizado por tener episcopados bastantes largos. El del Cardenal Rivera no es la excepción. Puedo decir que es un legado amplio en muchos aspectos y frentes, que sería difícil condensar en una sola respuesta. Son muchas las cosas que ha reformado y por las que se ha interesado de manera personal, tanto en la evangelización como en la administración; como ejemplo, podemos poner la preocupación por las vocaciones, la formación de sacerdotes que ayuden a los inmigrantes en Estados Unidos, la reforma de la Curia y de los asuntos económicos, la seguridad médica de los sacerdotes y la pensión de los que son ancianos, aspectos que, antes de su llegada no existían, en fin… Sería muy largo hacer un resumen de todos los logros alcanzados, pero al final de cuentas es un período de gobierno pastoral muy fructífero.
-De manera particular, ¿Cuáles son los principales elementos de la política de cero tolerancia en relación al combate a pederastas en la Arquidiócesis de México?
La Arquidiócesis de México fue la primera en el país en tener un manual de prevención de abusos sexuales y en aplicar la política de «cero tolerancia». Este manual existe desde hace más de diez años, y se ha venido implementando de manera muy seria y responsable. A pesar de lo grande de la Arquidiócesis, con casi dos mil sacerdotes, el flagelo de la pederastia no es un problema importante entre nosotros; por supuesto, cualquier caso, uno solo, siempre será doloroso, escandaloso, pero no existe un número grande de sacerdotes que estén en esa situación, gracias a Dios. Los pocos casos que se han registrado han sido sancionados tanto canónica como civilmente y algunos de ellos han ido a parar a la cárcel. Las acusaciones continuas y sistemáticas que han hecho en contra del Arzobispo Norberto Rivera son absolutamente injustas porque, si alguien ha actuado con fuerza y dureza, ha sido el Cardenal.
-¿Qué hay de la reciente denuncia penal interpuesta contra el Cardenal Rivera Carrera? ¿Causan preocupación las presuntas acusaciones?
La última denuncia no tiene ni pies ni cabeza. Su única intención fue hacer un golpeteo mediático contra la figura del Cardenal. Lo más seguro es que sea rechazada por la instancia federal ante la que se presentó porque, para empezar, no es un delito de índole federal, y luego no proporciona elementos serios para que pueda ser llevada a cabo. La intención de los denunciantes no es realmente jurídica sino mediática y en ese sentido fue exitosa porque sirvió para difamar al Arzobispo y a la Iglesia Católica, pero no tendrá ninguna consecuencia legal porque no tiene fundamentos. No es la primera vez que demandan al Cardenal Rivera, incluso lo hicieron en Los Ángeles, California, pero siempre ha salido limpio, nunca le han podido comprobar los supuestos encubrimientos.
-La Arquidiócesis de México afronta particularmente un proceso de descristianización progresivo; el aborto legal y la aprobación de los matrimonios del mismo sexo fueron un duro golpe a la célula familiar durante el ministerio episcopal del Cardenal Rivera ¿Qué opina el respecto?
La Ciudad de México es el centro de un país que es profundamente centralista. Todos los poderes están concentrados aquí: el poder económico, político e incluso religioso; aquí está la Basílica de Guadalupe, corazón católico de México. Esto hace que la Ciudad tenga una idiosincrasia especial. Es comprensible que en esta ciudad de diez millones de habitantes se haga presente con toda su fuerza el secularismo y todas las ideologías anticristianas y anti familia que son auspiciadas por la ONU y los lobbies homosexuales. Ciertamente aquí se hizo, primeramente, la aprobación de la criminal ley del aborto y después la aprobación de los mal llamados matrimonios entre personas del mismo sexo, pero cabe decir que la Arquidiócesis de México hizo una enorme oposición, apoyada por los laicos. Yo recuerdo cuando el secretario de la nunciatura, Mons. Edgar Peña, me llamó para felicitarnos por la titánica resistencia y oposición que tuvimos y me dijo una cosa que me sorprendió: ‘En ningún lugar del mundo se ha hecho una defensa tan fuerte, valiente y clara de la vida como en la Ciudad de México’. Se hizo todo lo que estaba en nuestras manos para evitarlo, pero no podíamos nada contra una asamblea de diputados que actuó como una pandilla y como una aplanadora legislativa, que mostró el más absoluto desprecio de los ciudadanos que, en casi un 70 por ciento, se oponía a esta ley inmoral; fue una verdadera imposición en contra de la mayoría, una traición a la ciudadanía.
-En relación con la vida del clero y laicos, ¿Cómo se ha generado la «Iglesia en salida» que quiere el Papa Francisco en este tramo del ministerio del Arzobispo Primado?
Desde que se hizo el Sínodo de la Arquidiócesis de México, hace más de 20 años, se pidió que se realizara la Misión Permanente, es decir, una Iglesia en salida. Esta visión de Misión Permanente es la que asume, posteriormente, Aparecida, y es ahora lo que Papa propone cuando habla de una Iglesia en salida. Para nosotros no es ninguna novedad, hace más de 20 año que la Arquidiócesis de México está en salida, va a las periferias y busca a los alejados, es un programa que no ha dejado de llevarse a cabo, la pastoral de la Arquidiócesis está centrada en salir al encuentro de los alejados.
-¿La Iglesia de la Arquidiócesis de México ha optado por estar del lado de los pobres? ¿De qué manera?
La Iglesia tiene, por supuesto, una prioridad por los pobres. Así ha quedado asentado en el Sínodo que se llevó a cabo poco antes de que llegara Norberto Rivera como Arzobispo, y él decidió seguir esta línea. Un ejemplo, el mayor presupuesto de la Arquidiócesis de México se destina a Cáritas. Esta prioridad económica habla de la importancia que da la Arquidiócesis a los más necesitados. Además de todas las iniciativas a favor de los pobres que llevan a cabo las comunidades religiosas y grupos laicales, en una enorme red de ayuda en escuelas, asilos, orfanatorios, comedores, asistencia en las cárceles, enfermos, atención a madre solas, a sexoservidoras, en fin. Hay toda una serie de instituciones extraordinarias que están al lado de los más pobres. Como no reciben ninguna publicidad, no se conocen; pero eso no significa que no se esté trabajando arduamente o no sea prioritario para la Arquidiócesis. Desde luego que se trabaja, no de manera populista, sino de forma real.
-En los temas que interesan a la opinión pública, los editoriales del semanario Desde la fe son fuertes y han provocado molestias. ¿Por qué el Arzobispado de México optó por esta línea dura y crítica?
El señor Cardenal da una libertad absoluta a la línea editorial del semanario Desde la fe. Esto muchos no lo creen, les cuesta trabajo entenderlo, pero así es. Nunca nos da línea para los editoriales y, cuando salen publicados, siempre hemos tenido su irrestricto apoyo a las posiciones que asume el semanario. Incluso él, muchas veces, recibe reclamos del gobierno, de los actores que son criticados, pero siempre apoya al semanario, lo defiende y lo promueve. Y esta línea aparentemente dura, siempre la ha sostenido. Desde que llegó a la Ciudad de México tiene visión social muy clara, de denuncia de las injusticias y de la corrupción. Bastaría revisar sus homilías de sus 22 años de episcopado para constatar la fuerza y la constancia de su denuncia. El semanario Desde la fe sigue la línea profética del Arzobispo de México.
-De estos posicionamientos editorialistas, ¿Cuáles han sido los ataques más duros que ha recibido el Arzobispo Primado de México? ¿De qué sectores provienen?
Los más irritados son los sectores que son cuestionados. Desde el mismo gobierno federal hasta las Cámaras de Diputados y Senadores o algunos actores políticos y empresariales. Incluso en cuatro ocasiones el partido de izquierda que gobierna la ciudad, el PRD, pidió a la Secretaría de Gobernación la supresión del semanario Desde la fe, sacarlo de circulación. Afortunadamente nunca ha habido una causa que justifique esas medidas represivas, pero lógicamente ha sido, es y será incómodo para quienes detentan el poder o para quienes manipulan, corrompen y empobrecen al pueblo de México. Esta línea seguirá con el señor Arzobispo Norberto Rivera mientras él continúe frente a la Arquidiócesis, y realmente queda la duda y la preocupación de qué tanto el nuevo Arzobispo apoyará esta línea profética que, desde luego, requiere de mucho valor para resistir a las presiones y no ceder a las intimidaciones y amenazas.
-Pasando al tema del ecumenismo, el Cardenal Rivera auspició al Consejo Ecuménico de México junto con el arzobispo ortodoxo de Antioquía quien falleció recientemente. El Cardenal fue el principal clérigo católico en las honras fúnebres. ¿Cómo era la relación con el desaparecido Antonio Chedraoui?
El señor Cardenal Norberto Rivera siempre ha tenido un espíritu ecuménico muy claro. Ha creado varias instancias que aglutinan a diversos líderes de iglesias cristianas y de otras agrupaciones religiosas, en un clima de verdadero diálogo y de apertura. El Arzobispo Chedraoui fue gran amigo del Arzobispo Norberto, esta relación fue un ejemplo de ecumenismo de dos iglesias hermanas que siempre se han apoyado como tal, la prueba es esa profunda amistad que había entre ellos.
-Sobre la sucesión se han abierto diversas opiniones y se manejan nombres, sin embargo, en este pontificado, cualquier sorpresa podría darse sobre el próximo Arzobispo Primado de México.
La decisión es absoluta y soberana del Papa. Sin duda que es muy especial el interés que despierta la sucesión por la importancia que tiene México y la Arquidiócesis Primada, la más grande del mundo en cuanto al número de fieles, además del liderazgo que tiene nuestro país para América Latina. Son aspectos que el Papa tendrá muy en cuenta y me parece que no dejará que otros tomen una decisión tan importante. Pienso que el nombramiento del nuevo Arzobispo será una sorpresa; la prensa se ha puesto a hacer quinielas y a sacar a luz candidatos de todo tipo, en general muy buenos, pero por supuesto no podemos descartar una sorpresa como fue, en su momento, el nombramiento de Norberto Rivera Carrera, obispo de Tehuacán, una pequeña diócesis del centro del país, que no estaba entre los candidatos fuertes como el nuevo Arzobispo de México, una inesperada decisión del Papa Juan Pablo II sorprendió a todo México.
-Finalmente, ¿Cuál sería el principal legado que Rivera Carrera deja a la Iglesia de la Arquidiócesis de México?
El mayor legado que deja es el de una Iglesia que ha permanecido fiel a Jesucristo y su Evangelio; la promoción de la devoción guadalupana; una Arquidiócesis trabajando unida; una lucha muy clara en pro de los valores del Evangelio y de la familia; una visión profética en la denuncia de las cosas que aquejan a la ciudad y al país; una Iglesia en comunión con el Santo Padre, el Papa Francisco. En resumen, este sería el principal legado del Cardenal Norberto Rivera.