Falta la jerarquía católica, para que también se sume a este propósito de un México nuevo, construir un México desde la paz, pero también desde los de abajo
(Guillermo Gazanini, corresponsal en México).- En los primeros días después de su victoria, Andrés Manuel López Obrador ha realizado una convocatoria para reunir a líderes y defensores de los derechos humanos. Destaca el señalamiento hecho al padre Alejandro Solalinde, incansable promotor de los derechos de los migrantes, al quien ahora se dirigen las miradas para ocupar la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Actualmente, la presidencia de la CNDH es ocupada por el abogado Luis Raúl González Pérez, miembro fundador de este órgano autónomo. Fue elegido por un término de 5 años y ratificado por el senado de la República en 2014 de acuerdo con el artículo 102 Constitucional.
Tras la victoria de López Obrador, padre Solalinde dirigió un video mensaje a través de las redes sociales destacando la especial importancia en este momento de la historia de México.
Según el fundador del albergue «Hermanos en el Camino», «la ciudadanía ha hablado y ha marcado el triunfo» destacando que el nuevo gobierno «en una lectura correcta de lo que está pasando» tuvo detrás la decisión del pueblo de México que habló claro para urgir el cambio: «Parece que todo está convergiendo para que esta voluntad del pueblo se manifieste correctamente. El pueblo quiere un cambio, pero también quiere la paz, no quiere un cambio violento… Lo que toca es corresponder a esa ciudadanía madura… ahora es tiempo de construir, es tiempo de unir todas las riquezas, las habilidades… para poder lograr ese cambio que México quiere… No es suficiente haber ganado, es necesario organizarnos…».
En ese mismo video mensaje del 2 de julio, Solalinde hizo un llamado a la cúpula católica, «a la jerarquía, pues la Iglesia, pueblo, ya se pronunció, pero falta la jerarquía católica, para que también se sume a este propósito de un México nuevo, construir un México desde la paz, pero también desde los de abajo, desde los que no cuentan, desde los descartados».
Muy orgulloso del proceso electoral del #1julio. El pueblo ha decidido y optó por el cambio, la alternancia y la justicia.
Debemos reconstruir nuestra patria, tenemos una deuda con los agraviados y las víctimas.
Invito a la jerarquía católica a sumarse a esta reconstrucción! pic.twitter.com/FmaWYRtQ6i
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) 2 de julio de 2018
El martes 3 de julio, en la reunión del gabinete de la Administración Pública para el sexenio 2018-2014, López Obrador habría propuesto como posible comisionado presidente de la CNDH al religioso ganador del Premio Nacional de los Derechos Humanos 2012. En declaraciones a medios, Solalinde no descartó aceptar la propuesta y afirmó que el sueldo que obtenga lo donaría para proyectos productivos que generen empleos en beneficio de los pobres. Sin embargo, este viernes parece reflexionar su designación al afirmar que, «como misionero itinerante», aun no se visualiza en la presidencia de la CNDH y aunque no ha dado el sí al virtual presidente electo estima que su papel es ser el de «una piedrita en el zapato de la jerarquía mexicana» al considerar que la cúpula eclesiástica está del lado de los poderosos.
De acuerdo con el artículo 9o de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, entre los requisitos exigidos para quien aspire a la presidencia de la Comisión, no se encuentra como limitante el de pertenecer al estado eclesiástico o ser ministro de culto y sí exige que el aspirante cuente con experiencia en materia de derechos humanos o actividades afines reconocidas por las leyes mexicanas y los instrumentos jurídicos internacionales además de no desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación que requiere del voto de las dos terceras partes del senado conformado por 128 legisladores, es decir, de 85 votos de la próxima Cámara alta que estará bajo control de la Coalición Juntos Haremos Historia -74 senadores- que llevó a la presidencia a López Obrador; no obstante, el artículo 130, inciso d) de la Constitución señala la prohibición a los ministros de cultos para desempeñar cualquier cargo públicos lo que podría impedir a Alejandro Solalinde ocupar el cargo de ombudsperson.
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El triunfo de @lopezobrador_ se encuentra legitimado por el voto interno y de nuestros migrantes en el exterior.
Los retos son muchos y acompañaremos a nuestro próximo presidente paso a paso. pic.twitter.com/T7NEOV1POB
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) 2 de julio de 2018