El arzobispo Javier Martínez cree que es una "novedad preciosa" que el papado "haya cruzado el océano Atlántico"
La acogida al nuevo papa Francisco por parte de la estructura eclesial española ha sido muy calurosa. El hecho de que varios de nuestros obispos compartieran con él unos Ejercicios espirituales en Alcalá de Henares ha propiciado que muchos religiosos españoles hablen de él con mucha estima y que tengan ciertas expectativas en lo que puede hacer en su pontificado.
A la «sorpresa» debido a que «no estaba en las quinielas» y «grandísima alegría», que ha expresado este viernes el arzobispo metropolitano de Tarragona, Jaume Pujol, se han sumado las felicitaciones del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes que recuerda a Francisco de su convivencia en Alcalá como una persona «sabia, sencilla, austera y cercana a la gente que peor lo pasa».Montes ha reflexionado sobre el origen argentino del papa al explicar que aunque seguro de que sabe de esperanza, «también de sufrimiento porque ha vivido guerras, dictaduras y crisis económicas«.
El arzobispo ha advertido de que el papa Francisco no es el sucesor de Benedicto XVI ni de Juan Pablo II sino de Pedro, y que se trata de «una nueva voz y no un clon de los papas de veinte siglos de cristianismo».
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo ha confesado estar «impresionado por la sencillez, la humildad y la cercanía del nuevo Papa»y ha invitado a todos los fieles de la Archidiócesis a «unirse a la acción de gracias a Dios, y a encomendar al nuevo Pastor para que el Señor le custodie, lo aliente y los sostenga en el servicio primacial para el que el Espíritu Santo lo ha elegido».
Desde Granada, el arzobispo Javier Martínez cree que es una «novedad preciosa» que el papado «haya cruzado el océano Atlántico».
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio cree que «no ahorrará esfuerzos» para llevar a cabo la «renovación necesaria» dentro de la Iglesia para «hacer frente a los retos planteados en este momento», aunque siempre «desde la fe». (RD/Agencias)