No es habitual que una crónica deportiva de baloncesto arranque hablando de juguetes sexuales, pero el verano de 2025 en la WNBA está siendo cualquier cosa menos previsible.
A día de hoy, sábado 9 de agosto, la liga norteamericana de baloncesto femenino afronta una crisis de imagen y seguridad tras una sucesión de incidentes en los que, de manera repetida, se han arrojado juguetes sexuales a la pista durante partidos oficiales.
El asunto ha generado un debate tan surrealista como preocupante sobre el comportamiento de la afición, la seguridad en los pabellones y el respeto a las jugadoras.
La primera vez que un ‘consolador‘ aterrizó en el parqué fue el pasado 30 de julio, durante el enfrentamiento entre Atlanta Dream y Golden State Valkyries.
Aquel episodio, que podría haberse catalogado como una gamberrada aislada, pronto se convirtió en tendencia: en apenas una semana, se han registrado al menos cuatro incidentes similares en diferentes ciudades de Estados Unidos, desde Chicago hasta Los Ángeles, pasando por Nueva York y Phoenix.
Not again.
A third time this season that a s*x toy has appeared on a WNBA court 😤
(via @WNBA)pic.twitter.com/T6ggFmmQyS
— ClutchPoints (@ClutchPoints) August 6, 2025
En la mayoría de casos, el objeto era de color verde neón, lo que invita a pensar en una posible acción coordinada o, como mínimo, un efecto contagio entre aficionados con un sentido del humor cuestionable.
El último incidente, el más mediático, ocurrió el pasado martes en el Crypto.com Arena de Los Ángeles, cuando un juguete sexual aterrizó cerca de Sophie Cunningham, jugadora de Indiana Fever, durante un partido contra las Sparks.
La reacción fue de sorpresa y cierta incredulidad, con la propia Cunningham bromeando con el banquillo local, aunque subrayando el peligro y la falta de respeto que supone este tipo de actos.
🚨Sex toy tossed on WNBA court for second time this week pic.twitter.com/rJFhsD85ok
— josu (@Jetusahalaka) August 2, 2025
Las jugadoras alzan la voz: de la incredulidad al hartazgo
Las reacciones de las jugadoras no se han hecho esperar.
Si al principio primaba la estupefacción, con alguna que otra carcajada nerviosa, pronto el tono se tornó serio.
Elizabeth Williams (Chicago Sky) lo resumía así: «Es muy inmaduro. Quienquiera que lo haga tiene que madurar».
Más contundente aún fue Isabelle Harrison (New York Liberty), que pidió en redes sociales un refuerzo de la seguridad: “¡¿SEGURIDAD ARENA?! ¡Hola??! Por favor hazlo mejor. No es gracioso. Nunca fue divertido. Tirar CUALQUIER COSA a la cancha es muy peligroso”.
La preocupación no es solo por la imagen de la liga, sino por la integridad física de las jugadoras.
Un objeto lanzado desde la grada puede provocar lesiones o, al menos, interrumpir el ritmo de un encuentro, algo inaceptable en el deporte profesional. La propia Cunningham había advertido días antes en redes sociales del riesgo de que alguna jugadora resultase herida.
Respuesta de la liga y medidas disciplinarias
La WNBA, ante la acumulación de incidentes, ha emitido un comunicado tajante: «La seguridad y el bienestar de todos en nuestros pabellones es una prioridad. Cualquier aficionado que lance un objeto al campo será expulsado de inmediato y se enfrentará a un veto mínimo de un año, además de posibles cargos legales».
La liga asegura que los responsables serán identificados y sancionados, y que se reforzará la vigilancia en los accesos y durante los partidos.
No es la primera vez que la liga femenina se enfrenta a desafíos de convivencia y respeto en las gradas, pero el carácter explícito y la reiteración de estos episodios han obligado a subir el tono de las advertencias.
De hecho, en el incidente de Atlanta, el autor fue arrestado y enfrenta cargos de alteración del orden público y exhibicionismo.
Causas y contexto: ¿protesta, gamberrada o fenómeno viral?
La gran pregunta que se hacen jugadoras, entrenadores y aficionados es: ¿por qué ahora y por qué con juguetes sexuales?
La hipótesis más extendida apunta a una mezcla de búsqueda de notoriedad, imitación de conductas virales y el clásico «efecto llamada» de las redes sociales.
No hay, de momento, indicios de protesta organizada ni mensajes reivindicativos detrás de los lanzamientos.
Algunos analistas, con cierto sarcasmo, sugieren que el fenómeno es una grotesca parodia de las tradicionales «lluvias de peluches» que se ven en el hockey hielo o incluso en la NBA, donde los aficionados lanzan objetos al campo en ocasiones benéficas.
Pero aquí el matiz es evidente: el objeto elegido y el contexto lo convierten en una falta de respeto difícil de justificar, más aún en un deporte que aún lucha por consolidar su espacio mediático y social.
El impacto en la imagen y el ambiente de la WNBA
La WNBA vive un momento de crecimiento en audiencia, patrocinio y visibilidad internacional, impulsada por estrellas como Caitlin Clark y un juego cada vez más espectacular.
Estos incidentes, sin embargo, amenazan con empañar esa narrativa. La percepción de falta de control en los pabellones, sumada a la humillación que pueden sentir las jugadoras, puede hacer daño a la liga en el corto plazo.
No obstante, el sentido del humor y la ironía no han faltado en las redes, donde abundan los memes y chistes sobre los «lanzamientos del día». Pero, como apuntan muchas protagonistas, el riesgo de banalizar lo ocurrido es evidente. El mensaje unánime es claro: la seguridad y el respeto están por encima del espectáculo.
A día de hoy, las casas de apuestas no contemplan cuotas para el “próximo objeto insólito” en la WNBA, pero el runrún está ahí. La sensación, compartida por jugadoras y periodistas, es que la moda irá perdiendo fuelle conforme se endurezcan las sanciones y los controles en los pabellones.
La liga, por su parte, se juega mucho en la gestión de este asunto: demostrar que puede garantizar la seguridad y el respeto es clave para su consolidación y crecimiento internacional.
Curiosidades sobre los lanzamientos de juguetes sexuales en la WNBA
- El primer incidente documentado ocurrió en Atlanta, durante el último cuarto del Dream-Valkyries, y el responsable fue arrestado en el propio pabellón.
- En Chicago, el objeto aterrizó justo bajo la canasta tras un silbato, y un árbitro se encargó de retirarlo sin interrumpir más de lo imprescindible el partido.
- La mayoría de los juguetes lanzados eran de color verde neón, lo que apunta a una posible compra masiva o acción coordinada.
- Sophie Cunningham, una de las afectadas, fue también una de las primeras en advertir públicamente del riesgo de estos actos en redes sociales.
- El fenómeno ha generado incluso debates en talk shows nocturnos y ha sido trending topic en Estados Unidos durante varios días.
- A pesar del mal gusto del asunto, las jugadoras han demostrado profesionalidad y sentido del humor, optando por no dar más notoriedad a los responsables en la mayoría de declaraciones públicas.
