Calamaro: 'A.15.000 kilómetros de distancia, a sueldo del enemigo y con una vida sexual triste, seguro que sobra tiempo para escribir editoriales a diario'
De manera elegante pero directa, el periodista inglés John Carlin (Londres, 1956) le ha parado los pies a la verborrea tuitera del músico argentino Andrés Calamaro a cuenta de unas críticas de Carlin a Diego Maradona que no sentaron bien al excantante de ‘Los Rodríguez’.
En respuesta, Carlin le dedica un artículo–Triste vida sexual–publicado en El País el 31 agosto 2011, donde destaca los cambios que ha vivido como articulista desde la era pre-Internet hasta nuestros días, donde todo el mundo tiene la posibilidad de opinar sobre lo publicado. El último parrafo tiene mucha enjundia y reza así:
Esto de la interactividad me ha dado lecciones más allá del terreno profesional. Me ha hecho más fuerte como persona. Antes repartía hostias y no las recibía. Ahora las recibo también. Me parece justo. Y me ha obligado a endurecer la piel.
Por ejemplo, un tipo llamado Andrés Calamaro (creo que es un cantante pero yo – siendo más de Pitbull, Jay-Z y Notorious B.I.G.- no conozco su obra) aseveró en la web tras una historia que hice sobre Maradona que yo tenía una «triste vida sexual».
El enfrentamiento entre el inglés y el argentino se remonta a la eliminación de la Argentina de Maradona en el pasado Mundial de Sudáfrica.
Tras consumarse el desastre con la eliminación de la albiceleste en cuartos de final ante Alemania, Carlin -quién vivió de niño en Argentina- publicó una soberbia tribuna junto al psicoanalista Carlos Pierini en el diario de Prisa–Maradona como metáfora argentina— criticando al ‘Pelusa’ y de paso al matrimonio Kirchner:
[…] El problema es Diego Maradona. O, para ser más precisos, lo encarna, como símbolo, Maradona, el «diez», el «dios argentino», el idolo nacional por goleada. La idolatría a los líderes redentores, el culto a la viveza y (su hermano gemelo) el desprecio por la ética del trabajo, el narcisismo, la fe en las soluciones mágicas, el impulso a exculparse achacando los males a otros, el fantochismo son características que no definen a todos los argentinos pero que Maradona representa en caricatura payasesca y que la mayoría de la población, aquella misma incapaz de perder la fe en el peronismo, aplaude no con risas sino con perversa seriedad […]
A Calamaro este artículo le sentó como un tiro, y se despachó a gusto con John Carlin en Twitter:
«Rechazo violento al estereotipo de argentino aborregado que impone (qué irrespeto) este dúo de apátridas a sueldo de Polanco»
«A.15.000 kilómetros de distancia, a sueldo del enemigo y con una vida sexual triste, seguro que sobra tiempo para escribir editoriales a diario»
Ahora, varios meses después, Carlin le ha respondido con elegante humor británico:
«No me dolió [que Calamaro escribiera que tiene un triste vida sexual]. Acepté el comentario con resignación cristiana. Lo que me enfurece es que sigo, casi un año después, sin saber quién fue la cretina que me delató»
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