Solo un portero ha conseguido este título en toda la historia, el soviético Lev Yashin en 1963
La prestigiosa revista deportiva France Football, inventora del galardón en 1956, ha propuesto al portero de la selección española, Iker Casillas, como mejor jugador del año en reconocimiento a una carrera brillante y, especialmente, a sus últimos cuatro años, en los que ha ganado dos europeos y un mundial con la selección, y dos ligas y una Copa del Rey con el Rela Madrid, siendo capitán y pieza clave en ambos conjuntos.
Sus méritos más recientes son patentes para todos: 509 minutos imbatido, protagonizando una final perfecta y un Europeo impecable encajando un solo gol en todo el torneo.
Pero la revista también destaca otras virtudes más allá de las puramente técnicas declarando que «por su tranquilizadora presencia, su personalidad, su influencia y su maestría, Casillas merecería, a fin de cuentas, un Balón de Oro».
Balón de Oro, ¿un portero?
Siempre se ha dicho que un buen equipo difícilmente tendrá un buen portero. ¿Acaso alguien sabe quién fue el guardameta de aquel Brasil de ensueño con Pelé, Riveliño, Tostao y compañía?
¿Podrían decir el nombre del portero del Milán de Sachi, Gullik, Rijkhard o Van Basten?
Futbolistas como Félix ó Galli pasarán a la historia como los grandes desconocidos del fútbol porque el portero de un grande no ha de lucir, le basta con cumplir.
Casillas rompe la norma; a pesar de que los porteros difícilmente pueden gozar del prestigio futbolístico de un delantero, o un buen defensa (veáse Cristiano o Cannavaro) con el portero madrileño nadie escatima en elogios.
Desde que le apodaran «El Santo» por sus increíbles paradas con su club y selección, el capitán de La Roja ha sabido mantenerse en lo más alto para convertirse en una referencia bajo los palos.
«Casillas es el Dios de la portería» aseguraba De Gea en el previo de la Eurocopa y es que a día de hoy nadie duda en calificarle como el mejor portero del mundo.
En el campo es fácil reconocerle: grandes reflejos, extraordinario en el uno contra uno, de enorme personalidad, siempre tiene respuestas ante la exigencia rival; es de los porteros que hace pequeña la portería para el contrario.
Pero los galones de Casillas no sólo le vienen de su innegable calidad futbolística. Fuera del campo se ha convertido en un líder para todos, quizá porque la fama le llegó muy pronto y casi de golpe cuando con 16 años se vio en la obligación de enfrentarse a cámaras, fotógrafos y periodistas, a la exigencia de ganar o ganar y la necesidad de, siendo un niño, comportarse como un hombre.
Esa inteligencia intuitiva que se le supone le hizo superar la situación y crecer dentro y fuera del campo.
Hoy Casillas ya es uno de los grandes de este deporte aunque su posición en el campo le cierre las puertas a tantas cosas. Por eso Iker Casillas es uno de nuestros candidatos a ser el mejor jugador de la liga.