El Sevilla FC, tras su victoria en la final ante el Dnipro (2-3), ha cerrado este miércoles una trayectoria casi inmaculada hasta conquistar la Europa League, pues se ha proclamado campeón del torneo con una única derrota en la fase de grupos ante el Feyenoord (2-0).
Después del triunfo en el Estadio Nacional de Varsovia (Polonia), los andaluces mantuvieron ese aciago resultado en Róterdam como el único lunar hacia su segundo título consecutivo, encadenando el de este curso al conseguido ante el Benfica en 2014 y emulando los dos logrados en 2006 y 2007. Los pupilos de Unai Emery iniciaron su camino en esta Europa League como segundos en el grupo G de la primera fase, con tres victorias en el Sánchez Pizjuán (2-0 ante el Feyenoord, 3-1 frente al Standard de Lieja y 1-0 contra el Rijeka), y lejos de casa con dos empates (2-2 en Croacia y 0-0 en Bélgica) y una derrota (2-0 en Holanda). Las dudas fuera de Nervión se disiparon una vez llegaron las eliminatorias; ahí el Borussia Mönchengladbach fue la víctima en dieciseisavos, ya que sumaron a la victoria en casa (1-0), conseguida gracias a Iborra, otra más en Alemania (2-3), con tantos de Bacca y Vitolo por partida doble para desatar a los sevillanos. El Villarreal tampoco pudo poner en aprietos en octavos de final al conjunto andaluz, que encarriló el pase desde el primer minuto gracias a Vitolo; el 1-3 obtenido en El Madrigal se rubricó más tarde en el Pizjuán (2-1), para después repetir en cuartos ante el Zenit, aunque con más apuros, la fórmula germana. Los hispalenses aprovecharon con un gol de Denis Suárez en el último suspiro el factor campo en la ida (2-1), derrotando a un rival diezmado ante el que sufrieron después en San Petersburgo, con un Beto que reaparecía dando una de cal y otra de arena, y hasta que Gameiro marcaba el tanto que evitaba la prórroga (2-2). ROTUNDIDAD ANTE LA ‘FIORE’ EN RUTA HACIA VARSOVIAPosteriormente, la Fiorentina sucumbió a un Sevilla tremendamente certero desde el principio (3-0) con Aleix Vidal como estilete y Gameiro cerrando la goleada, tras lo que no hubo titubeos en el Artemio Franchi (0-2), con Carriço y Bacca sofocando la remontada viola en la primera mitad.
La buena cosecha en el encuentro definitivo de Varsovia se produjo frente a un Dnipro que aterrizaba en la capital polaca después de 18 partidos europeos. Su larga senda comenzó en la tercera ronda de calificación para la Europa League ante el Hadjuk Split croata, ante el que ya empezaron a demostrar su plan de acción logrando el pase por la mínima (2-1 y 0-0). Y es que los ucranianos sellaron en el último momento su acceso desde el grupo F hasta los dieciseisavos, apurando con un 1-0 al Saint-Etienne y favorecido tras el 0-0 del Qarabag azerbaiyano ante el Inter. Una vez en los cruces, derrotaron con estrecho margen a Olympiacos (2-0 y 2-2), Ajax (0-1 y 2-1), Brujas (0-0 y 1-0) y Nápoles (1-1 y 1-0), una patente efectividad que puso en apuros el nuevo entorchado sevillista.
