Nervios a flor de piel en el Villamarín tanto por parte de la afición como del cuerpo técnico, representado por un Gustavo Poyet que mucha mano izquierda no tiene y al que le pierde la visceralidad.
El técnico pidió tranquilidad a la parroquia bética, después del empate cero en casa ante el Deportivo. «Percibo un poco de nerviosismo innecesario. Hay que tener tranquilidad. Esto es una maratón, no una carrera de 100 metros, si no, basta con mirar al año pasado. Hay que tener calma, nada más», dijo.
Sin embargo, el propio Poyet había perdido los papeles minutos antes, cuando le soltó al árbitro del encuentro Clos Gómez que: «¡No vuelvas más, contigo perdemos siempre!’.
Un exabrupto que le puede costar caro, ya que el colegiado lo recogió en el acta El Comité Competición podría ver motivo de sanción estas palabras y castigar a Poyet, ya que Clos Gómez puso en su escrito que «una vez finalizado el partido, y cuando nos dirigíamos al vestuario, en el espacio que está situado entre el túnel de vestuarios y el terreno de juego, el entrenador local, D.
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