Leo Messi tiene la mosca detrás de la oreja. El crack del Barça asiste atónito a la colección de calabazas en la entidad azulgrana de los cracks del momento.
Ni Héctor Bellerín, ni Verratti vestirán de azulgrana y tampoco podría hacerlo otra de las figuras que ha estado en mayúsculas en la agenda culé: Paulo Dybala.
Leo Messi ha intentado convencer a su compatriota de que la opción azulgrana es un paso al frete, pero ni así.
Las dudas de Dybala no pueden taparse ni un día más en el Camp Nou: si el argentino no juega en el Barça es porque no ve claro el proyecto de Valverde, ni el momento por el que atraviesa la entidad.
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