TENSIÓN EN LA CAJA MÁGICA EN PLENO MADRID OPEN

Casper Ruud rompe su habitual elegancia: estalla contra la afición del Mutua Madrid Open y pone sobre la mesa el debate de los límites en el tenis

El noruego, conocido por su exquisita corrección, arremete contra el público madrileño y reabre la polémica sobre el comportamiento en las gradas

Casper Ruud rompe su habitual elegancia: estalla contra la afición del Mutua Madrid Open y pone sobre la mesa el debate de los límites en el tenis

3 de mayo de 2025. El Mutua Madrid Open vive horas de máxima expectación con la presencia de Casper Ruud en la final, pero el noruego ha acaparado titulares por motivos muy diferentes a su tenis académico y elegante. El que suele ser uno de los jugadores más respetuosos del circuito ha mostrado su lado más humano y, por qué no decirlo, más terrenal. “En el tenis hay reglas no escritas sobre lo que se puede hacer y lo que no”, ha declarado tras un partido especialmente tenso, señalando directamente a una parte de la afición madrileña por sus actitudes poco deportivas.

No es habitual ver a Ruud —educado, calmado, un gentleman nórdico— perder los papeles. Pero este Mutua Madrid Open está siendo una auténtica prueba de fuego para los nervios del escandinavo, que ya había dejado entrever cierto cansancio mental en las últimas semanas. El ambiente en la Caja Mágica se ha convertido por momentos en una olla a presión, con gritos fuera de lugar y abucheos que han hecho mella incluso en uno de los tenistas con mayor autocontrol del circuito.

La fina línea entre pasión y zafiedad: el eterno debate

El incidente no es aislado. La pasión del público español es legendaria, pero también lo son sus excesos cuando la tensión se dispara. Ruud ha puesto voz a una incomodidad que muchos jugadores comparten pero pocos se atreven a denunciar públicamente: “Hay cosas que simplemente no se hacen. Gritar entre primer y segundo saque o meterse con un jugador mientras saca va contra el espíritu del tenis”.

La polémica levanta ampollas en un torneo donde las emociones están siempre a flor de piel. En los últimos años, Madrid ha destacado tanto por su ambiente festivo como por episodios discutibles en las gradas. La pregunta es: ¿dónde está el límite entre animar y faltarle al respeto al rival? La respuesta, como casi siempre en el deporte profesional, no es sencilla.

Ruud llega a la final tocado… pero ilusionado

A pesar del mal trago, Casper Ruud llega a la final tras un torneo inmaculado: ni un solo set perdido y victorias contundentes ante rivales como Francisco Cerúndolo y Daniil Medvedev. El noruego busca este domingo ante Jack Draper su primer título Masters 1000, una cuenta pendiente para un jugador que ha sido finalista de Grand Slam pero todavía no ha estrenado su palmarés en los torneos más selectos del circuito masculino.

Ruud lo tiene claro: necesita un gran resultado para disipar las dudas de una temporada irregular y dejar atrás esa incómoda etiqueta de “finalista eterno”. Sobre tierra batida —su superficie predilecta— y tras haberse forjado en la Rafa Nadal Academy, parece estar ante su gran oportunidad. Pero las apuestas dan como favorito al británico Draper, que llega lanzado tras una temporada espectacular y parte con cuota negativa (-210), mientras Ruud figura como outsider para los analistas.

¿Está cambiando el tenis? Tradición frente a espectáculo

La explosión de Ruud reabre un debate tan antiguo como vigente: ¿debe modernizarse el tenis o preservar su ADN? Mientras algunos defienden que un ambiente eléctrico acerca el deporte a nuevos públicos —y alegan que otros deportes ya han abrazado ese modelo sin complejos—, los puristas claman por mantener ese código tácito de respeto mutuo.

Resulta irónico que sea Casper Ruud, símbolo de corrección dentro y fuera de pista, quien haya puesto sobre la mesa este tema candente justo antes del partido más importante de su carrera. Quizá sea una señal de los tiempos: hasta el gentleman más tranquilo tiene su límite.

El perfil menos conocido del vikingo elegante

Para entender mejor a este personaje singular —y humanizarlo más allá del tópico del “chico bueno”— aquí van diez curiosidades sobre Casper Ruud:

  • Nació en Oslo (Noruega) en 1998 y fue top-150 mundial antes de entrar en la Rafa Nadal Academy.
  • Su padre, Christian Ruud, fue también tenista profesional e incluso llegó a ser número 39 ATP.
  • Es fanático del golf y suele jugar para desconectar durante los torneos.
  • Su superficie favorita es la tierra batida; no es casualidad que haya hecho historia en Roland Garros.
  • Ha sido finalista en dos Roland Garros (2022 y 2023), un US Open y unas ATP Finals… pero nunca ha ganado un Masters 1000.
  • Es conocido por su trato afable con prensa y aficionados; casi nunca rechaza una foto o autógrafo.
  • Su ídolo deportivo es Rafael Nadal, con quien comparte academia e incluso rutinas de entrenamiento.
  • Llegó a dudar sobre seguir jugando profesionalmente tras una crisis mental reconocida públicamente: “Me sentía como en una rueda de hámster”.
  • Nunca ha sido descalificado por mala conducta ni sancionado gravemente por los árbitros ATP.
  • Tiene una superstición curiosa: siempre utiliza la misma marca de overgrip (empalme) en sus raquetas desde sus inicios.

¿Será Madrid testigo del primer gran rugido vikingo?

Este domingo 4 de mayo se sabrá si la Caja Mágica pasa página tras el terremoto emocional o si asiste al nacimiento definitivo del nuevo Casper Ruud: uno menos estoico y mucho más humano… Y mientras tanto, vayan preparándose para otro posible capítulo del eterno culebrón entre deportividad nórdica y pasión ibérica.

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