El Banco Central Europeo (BCE) cambió de golpe las reglas del juego del mercado económico.
La institución europea hizo su primer movimiento de tropas en la guerra contra la inflación con una subida de los tipos de interés de 0,50 puntos, en lugar de los 0,25 que todo el mundo daba por descontado en junio.
Las consecuencias de dicha decisión no se hicieron esperar, en especial para quienes cuentan con una hipoteca. ¿El motivo?, que si suben los tipos de interés de referencia del BCE, también lo hace el euríbor, que es el índice al que están referenciadas el 80% de las hipotecas en España.
El mercado lleva desde diciembre descontando una subida de tipos del BCE, y eso ha provocado que el incremento del euríbor se adelante. Ha pasado de estar en -0,5% a finales de 2021 hasta casi el 1% actual. Y la previsión de los analistas es que termine en torno al 1,5% este año al compás de las decisiones del supervisor bancario.
Para comprender el impacto en el bolsillo de los hipotecados, basta con ver un ejemplo:
Una hipoteca de 300.000 euros con las condiciones previas de tipo variable a 30 años con un diferencial del 0,99%, la diferencia entre las cuotas de julio de 2021 (897,44 euros) y el actual mes de julio de 2022 (1.094,22 euros) suponen un sobrecoste mensual de 196,78 euros y un total de 2361,36 euros extra a pagar a lo largo del año.
En el caso de las hipotecas a tipo fijo, aquellos que ya la tengan pagarán lo establecido, pero para los interesados en adquirir un préstamos en esta modalidad, las condiciones también cambiarán. Según el comparador HelpMyCash, se espera que los tipos fijos superen el 2,5% o el 3% en los próximos meses y el 2% que todavía mantienen algunas entidades desaparezca.
Todo este escenario se traduce en un mensaje claro: Se acabó la era del dinero tan barato. Un hecho que enturbia todavía más el futuro de Pedro Sánchez y su gobierno de ineptos.
No solo por tener que hacer malabares para intentar mantener la mega estructura del Estado que instalaron, repleta de ministros y asesores, sino que también deberán encontrar la fórmula para calmar el descontento de los ciudadanos que ven diariamente cómo pierden su poder adquisitivo por una inflación galopante y un Gobierno incapaz de plantarle cara.
Por el momento, los únicos grandes beneficiados de la subida de los tipos serán los ahorradores, ya que por lógica, los productos de ahorro como depósitos y cuentas incrementarán su rentabilidad. Un movimiento al que ya se han sumado algunas entidades bancarias ofreciendo mayores retornos por los ahorros.