Todo esto ya no es una promesa. Es una realidad con nombres y apellidos de explosión inminente. Opel acaba de presentar OnStar, su rango de servicios de coche conectado que empezará a ver la luz en nuestro país a finales de agosto. Es un lanzamiento de tal envergadura que se va a hacer extensivo a toda la gama actual de vehículos, desde el más pequeño al más grande y que va a estar disponible con la totalidad de servicios en 13 países europeos.
¿Cuáles son los servicios que ofrece OnStar? Por explicarlos brevemente, respuesta automática en caso de accidente (se despliega un airbag o alguno de los sistemas del vehículo detecta una colisión), asistencia para encontrar el vehículo en caso de robo, diagnóstico remoto (desgastes, fallos reportados en la consola, niveles, presiones), descarga de destinos en el navegador, atención personal y personalizada 24/7 para consultas desde el coche y acceso wifi con posibilidad de conectar hasta siete dispositivos al vehículo.
El sistema es nuevo en Europa, pero lleva funcionando con éxito varios años en Estados Unidos, México, Canadá y China, desde donde se presta servicio a más de siete millones de clientes, atendiendo dos llamadas por segundo, lo que totaliza un total de 185.000 interacciones al día.
Esta nueva capa de conectividad que se añade al vehículo no sólo mejora el servicio que una marca puede prestar al cliente, sino que también tiene un impacto positivo en la seguridad en la conducción. Relacionada directamente con esa megatendencia que es Internet de las Cosas, servicios como OnStar tienen una declinación clara también en los dispositivos móviles. Este caso no es una excepción, y junto a los servicios de coche conectado llega también un app que permitirá al usuario recibir alertas, abrir o cerrar su vehículo a distancia, encender las luces, accionar la bocina o conocer la ubicación exacta del vehículo en todo momento.
Hasta el momento habíamos visto movimientos desde el entorno Smartphone para acercarse al coche. Nokia ha desarrollado MirrorLink, Apple prepara su CarPlay y Google su Android Auto. Ninguno quiere renunciar a que el teléfono se pueda integrar a la perfección con el vehículo. Las marcas, por su parte, trabajan para incorporar estos sistemas o están desarrollando sus propios servicios conectados. El paso que ha dado Opel en Europa camina decididamente a ocupar ese espacio, con un modelo de negocio muy parecido al de otros fabricantes como Audi o BMW: ofrecer su capa de servicios conectados gratis durante un año y por suscripción anual a partir del segundo.
La gran diferencia es que Opel ha sabido integrar todos sus servicios dentro de OnStar, sin intentar traer redes sociales o aplicaciones externas al vehículo, sino todo lo contrario: enfocándose primero en la seguridad y después en la conectividad. Es quizá el sistema más sólido que hemos visto hasta ahora. Una SIM embebida en el vehículo y todos los servicios al alcance del usuario pulsando tres botones (uno que conecta con la central europea de OnStar en Luton –Gran Bretaña–, otro de SOS ante emergencias y un tercero para gestionar la conectividad o para aumentar la privacidad del conductor).
Y entre marcas de coches y creadores de sistemas operativos móviles existe una tercera vía. La de Next Auto; un seguro capaz de convertir cualquier coche en un coche conectado. Con independencia de que el vehículo incorpore las funcionalidades o no. Con servicios de diagnóstico, recuperación en caso de robo, wifi, localización y seguimiento de flotas, información meteorológica, de tráfico y puntos de interés, música en streaming y juegos online, pasarela de pagos, peajes y parkings asociados y posibilidad de asociar a servicios colaborativos como el car sharing.
Vivimos una época emocionante. Un coche ha dejado de ser un elemento puramente mecánico. Ahora es inteligente, nos hace más inteligentes y nos conecta al mundo. Fabricantes de coches, de smartphones o compañías tecnológicas vinculadas al mundo del seguro… todos persiguen el mismo fin. Acercarnos al resto del mundo. Convertir nuestra conducción en un acto social y velar para que no nos pase nada. Y que si nos pasa, alguien esté al otro lado listo para ayudarnos.
