Caixabank y Bankia están ultimando la que será la mayor fusión entre bancos españoles de la última década
El acuerdo se encuentra muy avanzado y el anuncio será inminente.
La operación tiene hondas implicaciones políticos, económicas y sociales.
No se puede pasar por alto que ambas entidades tienen una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia) y que una es clave en Cataluña y la otra en Madrid.
La sede social estaría en Valencia.
El nuevo banco tendría como presidente no ejecutivo a José Ignacio Goirozolgarri, que actualmente está al frente de Bankia, mientras que el consejero delegado sería Gonzalo Gortázar, uno de los máximos responsables de Caixabank.
La consolidación tiene mucho sentido pero, indefectiblemente, impactará en la plantilla.
Por otra parte -por fortuna!-, la dilución de la participación del Estado reduce las posibilidades de que @pnique presida la nueva entidad :-))https://t.co/R111vfFUb1 via @expansioncom
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) September 3, 2020
Las entidades han confirmado a la CNMV el inicio de negociaciones “sin que por el momento se haya alcanzado ningún acuerdo al respecto, más allá de la firma de un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información para valorar la operación”.
El acuerdo supondría la fusión de dos de las cuatro entidades financieras más importantes de España.
El FROB, primer accionista de Bankia, analizará si permitirá al Estado recuperar máyor parte de las ayudas públicas
Fuentes de sector bancario aseguran que la fusión iría encaminada a aumentar la rentabilidad de ambas entidades ante la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que controla el FROB, primer accionista de Bankia, señalaron que “el equipo del FROB está permanentemente analizando las condiciones de mercado con el fin de proteger el interés público de la participación en Bankia”.
Sobre la fusión con Caixabank, estas fuentes señalaron que “en el caso de que esas conversaciones y estudios concluyan en una propuesta de acuerdo de fusión, el FROB los analizará con completa objetividad desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas”.
La fusión de CaixaBank y de Bankia, tercera y cuarta entidad por tamaño del sector financiero español, daría origen a un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.
Según los planes puestos sobre la mesa, La Fundación La Caixa controlaría un 30% del grupo resultante de la fusión, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), bajaría su peso de casi el 62% actual al 14%.
Fuentes del sector indicaron a Europa Press que la operación contaría con el beneplácito del Gobierno, si bien fuentes del Ministerio de Economía y Transformación Digital señalaron que no hacían comentarios al respecto.
De este modo, CaixaBank y Bankia responden al llamamiento realizado de forma insistente por el Banco Central Europeo (BCE) de acelerar en el proceso de consolidación del sector, la última vez esta misma semana por boca de su vicepresidente, Luis de Guindos, durante su intervención en los cursos de la Universidad Menéndez y Pelayo (UIMP) de Santander.
De Guindos hizo hincapié en la diferencia entre la baja rentabilidad de las entidades españolas (de entre el 2 y el 3% en algunos casos) frente al coste de capital (superior en líneas generales al 10%).
Con la eventual fusión de CaixaBank y Bankia ambas entidades retomarían el intento que realizaron en 2012 cuando Isidro Fainé y Rodrigo Rato no consiguieron llegar a buen puerto una tentativa frustrada entonces por cuestiones políticas y discrepancias en la jerarquía de mando.
Las dos entidades ya intentaron fusionarse en 2012
En cuanto al organigrama de la entidad resultante, se baraja que pueda estar presidida por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, como presidente no ejecutivo y con Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, como CEO plenipotenciario.
La operación permitiría al Gobierno además recuperar parte de las ayudas percibidas en el rescate de Bankia, que superan los 24.000 millones de euros, de los que hasta la fecha ha recuperado solo unos 3.000 millones a través de dos procesos de venta parcial y vía dividendos